Las razones ocultas del adiós de Carme Chacón
La ex ministra renuncia por el temor a verse debilitada en unas primarias para encabezar el partido en las elecciones generales, con pocas posibilidades de éxito, después de cerrar en falso la crisis que dejó en la estacada al ex primer secretario Pere Navarro
Si una crisis se cierra en falso, los motivos acaban aflorando poco después. Carme Chacón, la ex ministra de Defensa, la dirigente que disputó la secretaría general del PSOE a Alfredo Pérez Rubalcaba, –perdió por sólo 22 votos– ha renunciado a repetir como cabeza de lista del PSC en las elecciones generales.
La propia Chacón ha esgrimido diferentes factores, pero hay uno determinante según todas las fuentes consultadas: el rechazo a verse debilitada en unas elecciones primarias –aunque las ganara– que ha forzado el senador Carles Martí, que tenía un claro objetivo, que Chacón no encabezara las listas.
La ex ministra ha asegurado este jueves, después de comunicar su decisión este miércoles por la noche a Pedro Sánchez y Miquel Iceta, primer secretario del PSC, que hace tiempo que tenía decidido no volver a presentarse. Pero las fuentes consultadas lo desmienten.
«Este mismo miércoles, por la mañana, se producían llamadas del entorno de Chacón a las federaciones del PSC para que no avalaran la candidatura de Martí».
Las mismas fuentes aseguran que «es inadmisible, si es que fuera así, que Chacón diga que lo tenía pensado, y que no lo dijera mucho antes a todos los responsables del partido».
El malestar en el seno del PSC es enorme. Chacón quiso encabezar la lista del PSC en las generales del 20 de diciembre. El partido lo vistió como una opción que el mismo PSC había decidido.
Eso comportó que Chacón incluyera a German Rodríguez, un estecho colaborador, pero con poco peso en el partido. Y la salida de Pere Navarro, el ex primer secretario del PSC, y de Maurici Lucena, el portavoz de economía en el Parlament hasta aquel momento.
Agua en la piscina
Tampoco se incluyó al ex delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, a quien se le descartó para las listas en el Parlament, en septiembre de 2015, con la promesa de que iría en las listas al Congreso. Y ni lo uno ni lo otro.
En la lista, encabezada por Chacón, se incluyó a José Zaragoza, el ex secretario de organización del PSC, a quien se le respeta en el partido, y se le valora, pero se le reprocha su papel en la sustitución de Navarro.
A Chacón no se le quería perdonar que hubiera vivido en Miami, ajena al día a día, a un proceso que provocó un gran sufrimiento en el partido, con el proyecto independentista que lideró Artur Mas. Aunque es cierto que también tiene apoyo en el seno del PSC.
En las últimas semanas, Carles Martí, senador del PSC, y ex primer secretario del PSC de Barcelona, iba señalando que presentaría su candidatura para disputar las primarias con Chacón. Martí, aseguran las mismas fuentes, «actúa por sí mismo», y, de hecho, ha actuado de la misma forma en anteriores ocasiones, cuando quiso disputar la elección de Núria Parlón como primera secretaria del PSC.
Tras la renuncia de Parlón, inesperada y en el último segundo antes de que la eligiera el consejo nacional del partido, Miquel Iceta dio un paso adelante y fue apoyado por todo el PSC.
El caso es que Martí es consciente del malestar que había generado Chacón, y, al ver agua en la piscina, ha querido ahora buscar el cuerpo a cuerpo con la ex ministra de Defensa.
Iceta busca el equilibrio
Hay otros factores. Chacón ha medido sus fuerzas también en Madrid. El escenario es cada vez más complejo. Y ha visto cómo en el equipo de colaboradores de Sánchez ella no figura en las primeras posiciones. También es importante sus propia situación personal –está casada con Miguel Barroso– y la posibilidad de iniciar nuevos proyectos profesionales.
En el caso de su ideario político, el PSC de Iceta se ha mostrado rotundo en su rechazo al proyecto independentista, y no hay diferencias con las manifestaciones al respecto de Chacón.
Tal vez en las formas, porque Iceta trata de mantener al PSC como una fuerza política capaz de llegar a acuerdos en distintas direcciones en el Parlament, y en la política municipal.
La renuncia de Chacón abre, de nuevo, todos los fantasmas. Pere Navarro, muy erosionado con el proceso soberanista, que se enemistó con los sectores más catalanistas del PSC, muestra toda su «disponibilidad» con el partido.
No se plantea encabezar la lista, pero entiende que ahora se dan las condiciones para ser diputado en Madrid. Es miembro de la ejecutiva federal del PSOE, y trabajó codo a codo con Pérez Rubalcaba para elaborar el documento de Granada sobre la reforma de la Constitución, con el que cuenta Pedro Sánchez.
German Rodríguez, en el aire
Miquel Iceta ha intentado gestionar de la mejor manera posible el PSC, que ha sufrido lo indecible con el proceso soberanista en los últimos años. Ahora tiene la misión de manejar los tiempos, y los mecanismos para que los socialistas catalanes presenten una lista electoral con ciertas garantías de obtener un resultado importante en las generales.
La opción de Chacón es que se mantenga en las listas a sus hombres de confianza. Pero está en juego el propio Germán Rodríguez, y José Zaragoza. Y espera su inclusión Pere Navarro.
En el caso de Maurici Lucena, un hombre muy bien valorado por el mundo económico, la aventura podría haber pasado de largo. Lucena busca un nuevo futuro profesional en el ámbito privado.
Expectativas electorales complicadas
Para Pedro Sánchez la situación puede ser muy complicada. Su número dos en Madrid es Meritxell Batet. Es la dirigente del PSOE encargada de la reforma de la Constitución, y del proyecto federal. Batet podría disputar las primarias a Martí, a la espera de que el propio Martí se retire, después de conseguir su objetivo: que Chacón haya presentado su renuncia.
Pero eso siempre tiene consecuencias: el PSOE necesita un buen resultado del PSC en Cataluña, y eso no está nada claro, con la ascendencia de Barcelona en Comú, el partido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la referencia de Podemos en Cataluña.