Las razones del ‘adiós’ de Alexandra Fernández
La diputada viguesa abandona la primera línea política y abre la puerta a dejar Anova tras tres años denunciando la dilución del grupo gallego en Podemos
La asociación de víctimas del accidente ferroviario de Santiago agradecía este jueves su “formidable labor” en la comisión de investigación sobre el siniestro de Angrois. “Resulta reconfortante encontrarse con gente íntegra en política”, remachaban en su cuenta de Twitter. Poco antes, también a través de las redes sociales, Alexandra Fernández anunciaba su retirada de la primera línea política. Volverá al trabajo de fin de carrera que dejó a medias en arquitectura y urbanismo cuando se embarcó en la aventura de En Marea y acabó en el Congreso.
“Nos presentamos con la voluntad firme de tener una autonomía política, de tener capacidad de trasladar la agenda gallega, y por unas cosas u otras, ese objetivo se fue deturpando. Creo que son cuestiones que se deben corregir, pero es algo que no solamente me corresponde a mí, sino al conjunto de la organización. Creo que el conjunto de la organización debería hacer una reflexión sobre lo que fueron estos tres años para poner solución a una situación que acabó siendo complicada de gestionar en el día a día”, explicaba Fernández horas después de su anuncio, desde el aeropuerto.
@aKollontai estamos moi agradecidos pola túa formidábel labor na comisión en busca da verdade e da mellora da seguridade. Persoas do sector ferroviario transmitíronolo igualmente. Ademáis, resulta reconfortante toparse con xente íntegra na política.
Moita sorte Alexandra! pic.twitter.com/79c19HtrDd— victimastrensantiago (@victimastren) 28 de febreiro de 2019
El pasado octubre, en el plenario de En Marea, ya había manifestado la indignación que le producía que la mayor representación de un partido gallego en Madrid se perdiera, en un discurso que hizo público su malestar con el funcionamiento del grupo en el Congreso. Aunque Fernández reconoce que es uno de los motivos de su paso atrás, asegura también que hay otras razones vinculadas a la manera en la que entendió su etapa en las instituciones. “Esta marcha también tiene un sentido de motivación personal. Siempre entendí que la política era una cuestión pasajera, momentánea. Creo que no hay que apegarse a la política, sino estar de paso, por tanto, también lo hago desde esta reflexión”, asegura.
El papel de Anova
Como la política no se deja por más que uno quiera, la diputada viguesa volverá a la militancia de base, aunque duda de su continuidad en Anova, la organización que impulsó Xosé Manuel Beiras tras la ruptura con el BNG y que no respaldó a Fernández en su voto negativo a los presupuestos de Sánchez, que respaldaron el resto de diputados de En Marea.
“Por el momento, no tomé una decisión respecto a Anova. Me gustaría saber qué planteamiento y qué razonamiento político hace de cara al escenario que se abre. No solo en términos electorales, de pacto electoral, sino cuál es la estrategia política que determina a medio y largo plazo. En este momento, se intuye que tiene tomado un rumbo, pero que todavía no ha cristalizado”, explica.
Fernández prefiere no entrar a valorar la postura que tomó el partido que dirige Antón Sánchez respecto a los presupuestos generales, pero sí que hace una reflexión crítica sobre el papel que ha jugado en la alianza con Esquerda Unida y Podemos: “Hace tiempo que noto cierta deriva por parte de Anova. No tanto en los principios. Estoy totalmente de acuerdo con el espacio ideológico que representa. Pero en la práctica, en el día a día, creo que está llevando una política de sumisión o de falta de contrapeso a Unidos Podemos”, alerta.
Tres años de malestar interno
Parte del malestar con Anova parte del recorrido que hizo Fernández para explicar los problemas internos que, a su juicio, arrastraba el grupo del Congreso, y que se resumen en la falta de una estrategia propia para adherirse a la de Unidos Podemos, la pérdida de Galicia como centro de referencia en la toma de decisiones y el peso de los intereses personales en el funcionamiento interno, según lo expresó en el plenario de En Marea.
Ahora explica que notó esta deriva “desde el primer momento”, aunque tardara hasta octubre del año pasado en hacerla pública. “Creo que no se debe hacer una política espectáculo de cara afuera. Para eso están los mecanismos internos, para que se produzcan los debates. Los planteé en cada uno de los organismos, tanto en Anova como en En Marea, durante años. La situación del plenario fue después de hacer todo ese recorrido, de tocar todos los espacios de debate, y ver que no había una respuesta. Ahí ya estaba alertando de lo que podía pasar con los presupuestos”, defiende.
Un espacio unitario en Galicia para las generales
Con dos elecciones a la vista, generales y municipales, Alexandra Fernández se aparta de la primera línea. Las previsiones no son optimistas para el espacio de En Marea, en plena descomposición por la batalla de los tres partidos impulsores con la dirección de Luis Villares. La apuesta de la militante de Anova es la de un espacio único de la izquierda galeguista. “Certificada la imposibilidad de llegar a acuerdos con la izquierda estatal y ante un posible escenario en el que los gallegos tengamos que escoger entre tres papeletas a la izquierda del Partido Socialista, se debería tener altura de miras para llegar a un acuerdo puntual de todas las fuerzas de tendencia gallega lo más amplia posible”, asevera.