Las cuatro prioridades de Pedro Sánchez para retener el poder
El Gobierno se fija cuatro objetivos entre los que destaca afianzar su alianza con ERC al frente de la Generalitat para dar estabilidad a la legislatura
Pedro Sánchez tiene sobre la mesa una estrategia definida para apuntalar la legislatura y estabilizar su gobierno de coalición en los próximos meses. Su plan, desvelan fuentes monclovitas, se basa en cuatro pilares: sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE), recibir a tiempo los fondos europeos, ganar aliados tras las elecciones catalanas y tener a toda la población española vacunada contra el Covid en julio de 2021.
Estos son los grandes objetivos del presidente del Gobierno, pero sabe que para no entrar en turbulencias debe resolver los continuos problemas de coordinación interna con sus socios de Podemos y, asimismo, mejorar la comunicación.
Todo ello, auguran fuentes gubernamentales, sería necesario para agotar la legislatura si no es que Sánchez o alguno de sus grandes asesores acaban optando por un «adelanto electoral estratégico» para aprovechar algún viento demoscópico particulamente fuerte.
Aprobar los Presupuestos en diciembre
El punto de partida de Moncloa, en todo caso, es sellar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2021 en diciembre, de tal manera que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pueda evitar prórrogas innecesarias con los apoyos ya amarrados.
La ‘vía Iglesias’ de alianzas estratégicas (alzadas sobre ERC y Bildu) ha logrado abrirse paso con toda claridad y desbancar la alternativa de los pactos con Ciudadanos. El Gobierno de coalición, tal y como deseaba Podemos, se sustentará gracias a los socios de investidura de Pedro Sánchez, es decir, gracias al conglomerado de fuerzas independentistas y regionalistas.
Una suma en la que se hallan, al margen de las mencionadas ERC y Bildu, formaciones como PNV, Compromís, Nueva Canarias y Teruel Existe, entre otras pequeñas fuerzas del Congreso.
Fuentes socialistas confirman que el Ejecutivo busca una holgada mayoría de apoyos en la Cámara para sacar adelante los presupuestos, es decir, una cifra superior al mínimo de 176 escaños, para proyectar que el Ejecutivo no está en minoría, sino que cuenta con respaldos de sobra.
La amalgama de partidos soberanistas que deben dar estabilidad a la legislatura y al presidente no convence, sin embargo, a una parte del Gobierno, que apostaba por la seguridad que ofrecía el centrismo y constitucionalismo de Ciudadanos.
En el Ejecutivo respirarán tranquilos una vez estén aprobadas las cuentas públicas. En este reparto se adelantará una cantidad de los fondos europeos, por si no llegasen a tiempo, sugieren fuentes socialistas. Sin embargo, «los fondos van a llegar», aseguran pese a los nervios que provoca el veto de Hungría y Polonia en la Eurocámara.
España ante Europa
Los 140.000 millones de euros que España recibirá del fondo de recuperación de la UE frente al Covid-19 no aterrizarán hasta la segunda mitad de 2021. Mientras llega la inyección del gran estímulo, España recibirá pronto un pequeño anticipo de ayuda europea: unos 16,9 millones de euros procedentes del Fondo de Solidaridad.
Ante la preocupación de algunos países porque las ayudas no lleguen a tiempo, el Parlamento Europeo aprobó el martes pasado el desembolso de 823 millones de euros de este Fondo para siete Estados miembros, entre ellos el nuestro. España recibirá una ayuda total de 67,38 millones de euros.
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El Ejecutivo busca alivio en ello. La eurodiputada socialista Eider Gardiazabal señaló que la aprobación de este adelanto supone «una muestra más de la necesaria flexibilidad con la que está actuando la Unión Europea en esta crisis, adoptando medidas excepcionales para hacer frente a circunstancias excepcionales».
La clave está en la Generalitat
Una vez solucionado el problema de primer nivel, el económico, y habiendo activado el reparto de los fondos europeos por parte del Gobierno, la prioridad pasarán a ser las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero, ya que Moncloa considera que la próxima presidencia de la Generalitat puede ser clave para atornillar definitivamente la legislatura.
Pedro Sánchez se juega mucho en esa cita del 14-F, puesto que Esquerra Republicana de Cataluña se ha convertido en un socio esencial para Sánchez y mantiene una apelación abierta al «diálogo» y al «entendimiento» que confía en desarrollar.
El Gobierno ya apenas disimula su apuesta por ERC como caballo ganador de las elecciones catalanas y confía en beneficiarse de su eventual victoria, a pesar de que los republicanos pueden quedar condicionados por Junts per Catalunya.
Las fuentes consultadas admiten que «echar fuera del Ejecutivo a los de Puigdemont» será difícil y con Junts dentro del Govern puede haber «inestabilidades».
La batalla aún está por librar y en ERC temen que la última maniobra de Puigdemont consista en aplazar la fecha de celebración de las elecciones para ganar tiempo en busca de una remontada electoral.
Los aparatos electorales comienzan a calentar y en sus respectivos banquillos comienzan los movimientos de campaña en Cataluña. Las direcciones nacionales de PP y Vox ya se han subido al AVE esta semana para reunirse con sus equipos sobre el terreno.
Los populares confían en recuperar enteros, mientras que Ciudadanos, que se presentará en solitario lucha por su supervivencia tras la estrategia fallida como ‘muleta de Sánchez’ y su reciente ‘no’ a los Presupuestos.
Los socialistas, por su parte, confían en aprovechar la corriente que suele propiciar el control de la Moncloa en los que, con casi toda seguridad, serán los últimos comicios con Miquel Iceta al frente del PSC.
Economía Digital ya informó de que el relevo por parte del ministro de Sanidad, Salvador Illa, llegó a estar sobre la mesa en estas elecciones, pero Sánchez lo abortó porque en Moncloa sostienen que «Illa es un gran activo para Pedro».
La vacuna contra el Covid
Otro de los éxitos que busca el Gobierno para afianzar su mandato será vacunar a toda la población española antes de julio. Es la fecha que se ha fijado el Ejecutivo con el posible calendario que desplegan las grandes compañías junto con la UE para autorizar varias vacunas y su distribución a los países comunitarios.
El Gobierno negocia estos días junto a las comunidades el calendario de vacunación. El ministro de Sanidad ha dividido a la población en grupos de riesgo y en función de esto y en tres fases, espera Sanidad que en julio ya esté toda la población española vacunada contra el coronavirus.
El Gobierno confía que «gracias al esfuerzo» que ha hecho la población durante este año con numerosas medidas, España pueda estar vacunada para el verano de 2021. De esta manera y aunque se tengan que seguir aplicando las medidas sanitarias recomendadas (como seguir llevando mascarilla), ya no se impongan medidas tan restrictivas como las tomadas desde marzo en pleno auge de la pandemia.
‘Stop’ a líos internos: coordinación y comunicación
La campaña de vacunación masiva, confía el Gobierno, puede ser decisiva para proyectar la idea de una salida segura de la crisis sanitaria. Pero el Gobierno sabe que tiene que poner fin a una dinámica que, en privado, admite sin rodeos: «Vamos a lío entre ministros por semana».
Estas luchas y descoordinaciones se han identificado como una materia todavía «indomable», según califican con cierta ironía fuentes gubernamentales.
Las mismas fuentes lo achacan al «ritmo frenético» de trabajo entre ministerios que hacen que se pasen hasta 11 borradores de un solo plan, como ya desveló la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
Pedro Sánchez contempla con cierta desesperación los continuos cruces de declaraciones en los medios de unos y otros porque «sólo enturbian» las propuestas del Gobierno, señalan fuentes del Ejecutivo. Así, por ejemplo, el aplauso de Pablo Iglesias al ‘sí’ de Bildu le costó al Ejecutivo que los medios relegasen su ‘propuesta estrella’ del día, como era la bajada del IVA de las mascarillas.
También, las continuas salidas de tono de Iglesias contrarían a más de un ministro y ya no lo ocultan, aunque «por encima de todo» siguen remando a favor de obra. Asimismo, preocupa la escasa comunicación de Sánchez con algunos de sus ministros. El presidente puso orden públicamente en un discurso sobre el plan de vacunación, pero luego es incapaz de pasar revista.
En el Ejecutivo describen todo ello como «una carrera de fondo» y subrayan la importancia de trabajar a medio y largo plazo con los cuatro pilares que abren este artículo sin descuidar el día a día para agotar la legislatura, como lleva anunciando Sánchez desde el principio.