Las cinco excusas de Cristina Cifuentes

Cristina Cifuentes defiende que no pretendía robar las cremas, denuncia que fue espiada y culpa a los medios de participar en una campaña personal en su contra

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Cristina Cifuentes, además de anunciar que dimite como presidenta de la Comunidad de Madrid, ha dado explicaciones sobre las imágenes en las que aparece cometiendo un supuesto hurto en un hipermercado en 2011. La todavía dirigente del Partido Popular ha negado que pretendiera sustraer ningún artículo y ha responsabilizado a los periodistas de haber secundado una campaña en su contra. Estas son las principales excusas de Cifuentes en su comparecencia ante los medios.

1. ERROR INVOLUNTARIO

El supuesto robo de dos cremas de Olay en un hipermercado Eroski frente a la Asamblea de Madrid no fue tal. Según Cifuentes, «fue una cosa involuntaria» y al darse cuenta, abonó los 40 euros que costaban los artículos. «He cometido muchos errores a lo largo de mi vida, profesionales, personales, políticos… me he saltado también semáforos en rojo. Y he hecho cosas peores, como todo el mundo», ha apuntado.

2. CAMPAÑA PERSONAL

Cifuentes conocía la existencia de la grabación y, según ha afirmado, incluso sabía que circulaba por varias redacciones. La dimitida presidenta madrileña ha denunciado que fue extorsionada hace dos años con el vídeo. «Lo puse en conocimiento de la Policía Nacional y ahora un medio lo ha decidido publicar», ha señalado. 

A juicio de la dirigente popular, la aparición en OKDiario del supuesto hurto forma parte de «una campaña de acoso y derribo, que dura bastante tiempo» y dejó de ser política «para convertirse en personal». En este sentido, ha lamentado: «Se han traspasado unas líneas rojas evidentes». 

3. ESPIONAJE

Cifuentes ha aprovechado su comparecencia sin preguntas para afirmar que fue espiada y se elaboraron dosieres sobre su persona.  «Desde hace años he sido investigada, antes de que fuera delegada del Gobierno, no sé si también desde que soy presidenta», ha señalado, antes de lamentar que toda su vida «se está poniendo en tela de juicio con el interés de acabar con el adversario político y destruir a la persona».

4.  PRECIO POR DESTAPAR CORRUPCIÓN

Este presunto espionaje y la aparición del vídeo tienen una causa clara para Cifuentes: es el precio de su «actitud de tolerancia cero ante la corrupción». No en vano, Cifuentes relevó al frente de la presidencia autonómica a Ignacio González, encarcelado por su participación en el caso Lezo. La ya expresidenta madrileña había hecho de la lucha contra las prácticas corruptas uno de los ejes principales de su discurso público. Hace un año, en la fiesta del 2 de mayo, proclamó: «El tiempo de los corruptos ha llegado a su fin».

5. DARDO A LOS MEDIOS

​Para completar las excusas, Cifuentes ha afeado a algunos medios de comunicación su práctica de «usar la vida de las personas víctimas de espionaje». En este sentido, ha pedido una reflexión a la prensa: «A veces sus medios deberían hacer una reflexión sobre si en la vida vale todo». Para rematar, ha defendido que abandona el cargo «satisfecha, a pesar de la dureza del momento».

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