La Xunta se dejó 12 millones en el túnel con goteras de O Parrote
La constructora Copasa espera entregar la obra en septiembre con varios meses de retraso sobre el plazo inicial
El lavado de cara que está experimentando el frente marítimo de A Coruña en los últimos meses es espectacular, pero más lo es en el subsuelo, donde dos túneles de más de un kilómetro de largo se encargarán de retirar gran parte de la circulación rodada de la superficie para brindar más espacio al peatón. Las obras están en su recta final, pero hay una parte de la infraestructura que acumula más retraso que las demás y es el túnel de O Parrote, a cuya construcción destina la Xunta un total de 12 millones de euros.
Los gallegos, a través de la Axencia Galega de Infraestruturas, están financiando una obra no exenta de polémica. Cierto es que se trata de una actuación compleja, puesto que el túnel, con una longitud de 562 metros, alcanza una profundidad de 11 metros bajo el nivel del mar y en algunas zonas tan solo lo separan dos metros del líquido elemento.
Filtraciones y retrasos
La proximidad al mar ha provocado numerosas filtraciones de agua de mar durante el proceso constructivo de las que han dado cuenta los técnicos contratados por Copasa, que es quien realiza los trabajos. Desde la Autoridad Portuaria, propietaria de los terrenos e impulsora del proyecto junto al Ayuntamiento de A Coruña, han querido quitar hierro a esta situación alegando que las goteras se deben «a que los trabajos están en curso».
La realidad es que la obra acumula varios meses de retraso respecto a la fecha de finalización prevista, fijada para las semanas previas a la celebración de las elecciones municipales del pasado mayo. Copasa se comprometió entonces a tenerlas listas en agosto, pero este mismo mes ha solicitado una prórroga para que sea en septiembre cuando se abra al tráfico.
Convenio a tres
A pesar de que el convenio de colaboración para la construcción del túnel de O Parrote lo firmaron la Autoridad Portuaria, el Ayuntamiento de A Coruña y la Xunta (a través de la Axencia Galega de Infraestructuras) el grueso de la inversión recae en el organismo autonómico, que es con el que menos va el tema. En total asume el 85% de los 14 millones en que está presupuestada la actuación. Los dos restantes corren a cargo del Ayuntamiento.
El pago se dividió en tres anualidades. La primera de ellas, la de 2013, fue de 3 millones de euros. El pasado ejercicio la Xunta aportó otros 7 millones, mientras que los 2 millones restantes se abonarán este año.