La Xunta prepara el terreno para endurecer las restricciones en Vigo
Las nuevas restricciones que entraron en vigor el pasado viernes todavía necesitan tiempo para mostrar su efectividad contra el coronavirus, que continúa batiendo récords en Galicia. Por este motivo, Sanidade no es partidaria de tomar medidas más duras por el momento, hasta evaluar las que ya están en aplicación.
«De momento el planteamiento es mantener la situación actual«, apuntó el conselleiro Julio García Comesaña este sábado, aunque puso dos excepciones: Vigo y Pontevedra.
Son las dos ciudades de Galicia que esquivaron la alerta máxima junto a Lugo, pero con una evolución de la pandemia peor que la capital lucense. Por este motivo, el conselleiro advirtió que podrían endurecerse las medidas hasta el nivel máximo, lo que conllevaría que la hostelería solo pudiera utilizar la terraza al 50% de su capacidad y no el interior de los establecimientos. En la actual época del año, supone una condena al cierre a numerosas cafeterías.
Preguntado sobre la posibilidad de que Vigo ingrese en el nivel máximo tras la reunión del comité clínico del próximo martes, García Comesaña indicó que los datos epidemiológicos «hacen pensar que sea así», aunque no es «algo automático».
Además de la incidencia acumulada a tres, siete y 14 días por 100.000 habitantes, se valorarán «otras apreciaciones» como la presión hospitalaria, apuntó durante una rueda de prensa en la ciudad olívica para presentar el proyecto del Centro Integral de Salud Olimpia Valencia.
Toque de queda
El conselleiro respaldó la petición de Alberto Núñez Feijóo y se mostró partidario de que las comunidades puedan adelantar el toque de queda. A su juicio, el Gobierno debe «poner encima de la mesa herramientas» para las autonomías.
«Rebajar el horario del toque de queda puede ser de interés y creemos que debe estar disponible para que, en función de la situación epidemiológica de cada territorio, se pueda ajustar«, dijo Comesaña, quien tampoco descartó que «en algún momento» esta restricción nocturna «se pueda flexibilizar» en Galicia.
Galicia, País Vasco o Castilla y León han pedido al Gobierno que faculte a los distintos territorios para fijar un toque de queda más duro que el de las 22 horas que permite el estado de alarma.