La Xunta da las claves de su desescalada: lo último, la barra del bar

La incidencia del Covid en Galicia triplica a la de O Carballiño, la localidad que Feijóo puso como modelo de restricciones y que arranca su desescalada

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La Xunta ha levantado las restricciones más duras en la localidad de O Carballiño, el municipio que Alberto Núñez Feijóo puso como modelo cuando anunció un mes de cierres perimetrales y clausuras de establecimientos de hostelería para “resetear” los números de la pandemia, que por aquel entonces marcaba récords de casos activos y nuevos contagios. El concello ourensano inicia una particular desescalada tras rebajar a la décima parte la incidencia del coronavirus. Ahora ronda los 90 casos por 100.000 habitantes a 14 días –la media gallega está en los 286 casos–, cuando hace un mes llegó a situarse por encima de los 1.000. La orden de la Consellería de Sanidade publicada en el DOG certifica que en las últimas dos semanas solo se han registrado 13 casos y en cinco de los últimos siete días no se ha detectado ningún nuevo contagio.

La situación epidemiológica, mejor que la media gallega, así como la ausencia de zonas limítrofes con altos niveles de incidencia tras la caída de casos de Ourense, permite a O Carballiño servir de avanzadilla de la desescalada que la Xunta intentará aplicar en diciembre en todo el territorio. Sanidade trabaja en una guía que a través de diversos parámetros sirva como referencia para levantar restricciones, lo que se hará por áreas y a distintas velocidades en función del impacto del virus.

Por dónde se empieza a desescalar

Si tomamos como ejemplo el caso de O Carballiño, las referencias del departamento de Julio García Comesaña continúan siendo los tres niveles que estableció en la orden del pasado 4 de noviembre que consolidó el cierre de las ciudades y de medio centenar de municipios. De hecho, la orden de la Consellería elimina las restricciones de los niveles 2 y 3 y mantiene al municipio con las medidas de la fase 1.

 Los establecimientos de hostelería podrán atender en el interior a un 50% de su capacidad, pero nunca en la barra. Se recuperan las terrazas con una limitación del 75% y con cierre obligatorio, como muy tarde, a la una de la madrugada. A los bingos, salones de juego o casas de apuestas también se le aplica el mismo límite del 50% del aforo, al igual que a las piscinas, bibliotecas, cines o museos.

Los centros comerciales también tendrán reducida su capacidad a la mitad, estará prohibido el uso de zonas recreativas y los espacios comunes solo se podrán utilizar para el tránsito, con una capacidad máxima del 33%. Las actividades deportivas se limitan a un número máximo de seis personas, convivientes o no.

El levantamiento de parte de las restricciones también conlleva el fin del cierre perimetral en el municipio ourensano.

¿Desescalada en diciembre? No será fáci salvar la Navidad

Hay que tener en cuenta que O Caballiño, debido a la baja incidencia actual del virus, salta del nivel 3 al 1, sin pasar por las restricciones intermedias del nivel 2, básicamente las mismas medidas, pero con menos aforo permitido. También ayuda la falta de concellos limítrofes con mayores incidencias del Covid-19, algo que sí podría afectar, por ejemplo, al área metropolitana de Vigo.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, advirtió esta misma semana que no hay una fecha para levantar las restricciones, es decir, que podrían prolongarse más allá del 4 de diciembre en función de la situación epidemiológica de cada área. Aunque la intención del Gobierno gallego era salvar en la medida de lo posible la Navidad, el conselleiro de Sanidade apuntó que será difícil llegar al fin de año sin restricciones.

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