La sombra de ETA amenaza la legislatura
ETA se disolvió, pero su sombra sobre el gobierno de Mariano Rajoy puede condicionar seriamente lo que queda de la legislatura
La primera disputa está servida: acercar los presos a cárceles de Euskadi. Luego vendrán las medidas para que sean excarcelados. Todo ello sin arrepentimiento obligatorio y sin satisfacer las indemnizaciones a las víctimas.
La disolución de ETA influirá en el final de la legislatura. Lo sabe Mariano Rajoy, el PNV, Podemos y Ciudadanos. Cada uno prepara su estrategia para los próximos meses.
Reflexionemos sobre los hechos.
ETA se ha disuelto, pero no ha desaparecido. Su obsesión es blanquear su historia, hacer invisibles a sus víctimas y camuflar los muertos que ha asesinado. No ha pedido perdón en su última actuación. Y cuando lo ha hecho, ha matizado que sólo se lo pedía a los muertos colaterales. No a los ciudadanos que eligió fríamente para ser asesinados.
Lo de ETA es un patriotismo de carnicería que pretende cambiar las armas por votos
Pretende cambiar sus armas por votos. Ahora trabaja para convertir a los verdugos en víctimas de un conflicto que se redujo a la ejecución de todos los que disentían de su credo. Patriotismo de carnicería.
Los sacerdotes que oficiaron la ceremonia de Kanbo, pretendiendo representar a la comunidad internacional, arroparon la terminología de la banda terrorista. Y comenzaron a reinventar la historia de ETA y a construir un relato que tenga rentabilidad política.
La primera batalla, sin duda, el acercamiento de los presos a cárceles de Euskadi. Esa es la preocupación humanitaria de los oficiantes de Kanbo, que se olvidaron de las víctimas para preocuparse por los verdugos. Pretenden que el epílogo indispensable de setenta años de terrorismo sea la excarcelación de los presos a los que presentan como víctimas.
Rajoy ha sido formalmente tajante. Se seguirán investigando los crímenes de ETA, persiguiendo a sus culpables y haciéndoles cumplir sus penas.
Ciudadanos se erigirá como el único defensor de las víctimas de ETA
Si ha habido algún tipo de acuerdo con el PNV, se desconoce su contenido. El PNV ha aprobado los presupuestos por rentabilidad económica. Pero también por otras razones. Entre otras, sabe que, con la presumible llegada de Ciudadanos al gobierno, cualquier ventaja va a ser mucho más complicada de conseguir.
Ciudadanos tiene definida una clara estrategia respecto a Euskadi que pretende rentabilizar unas políticas que hasta ahora le han conducido a la irrelevancia en esa comunidad.
Ciudadanos es el único partido que ha criticado formalmente los acuerdos alcanzados entre el Gobierno y el PNV. Empezando por lo que bautizó con éxito mediático como «el cuponazo». A la sobra del triunfo electoral en Cataluña, pretende repetir la estrategia de defensa de una España fuerte en Euskadi. Y para eso se erigirá como el único defensor de las víctimas de ETA y en el garante de que no haya ningún beneficio para los presos al margen de lo que obligue la legislación penitenciaria.
El PNV buscará materializar con discreción y desde el pragmatismo la mejora de la situación de los presos de ETA
Si Rajoy tiene cualquier compromiso o tentación para mejorar la situación de los presos de ETA, abrirá un nuevo frente de desgaste desde Ciudadanos. Cualquier cosa que no proceda de una interpretación estricta del régimen penitenciario general, aplicada de forma individualizada a cada recluso, será utilizada por Ciudadanos para proseguir su labor de desgaste del PP.
El PNV no ha ocultado nunca su exigencia de mejorar la situación de los presos de ETA. Ahora empieza la batalla por materializar este anhelo. Y lo hará con discreción y desde el pragmatismo.
Lo primero que ha hecho la propia ETA en su disolución y los portavoces de la izquierda abertzale ha sido presentarse como los únicos que defienden ahora un proceso soberanista en Euskadi. Su estrategia apunta a la vía catalana. Un referéndum como paso previo a un proceso independentista.
El pragmatismo de Iñigo Urkullo frente a la épica independentista de Arnaldo Otegui. Esa es una de las razones fundamentales del apoyo del PNV a Rajoy. Demostrar, una vez reconocido que la independencia de Euskadi es inviable en un mundo globalizado, que desde el respeto a la Constitución se puede construir una Euskadi prospera y eficaz social y económicamente. Y puede presumir de los logros conseguidos en la negociación con el PP.
Mariano Rajoy necesita urgentemente un triunfo político
Como en Cataluña, Podemos quiere navegar en las dos aguas. Asiste al acto de disolución de ETA y se erigirá en valedor en el Congreso de los presos de ETA para conseguir una normalización total de la situación en Euskadi.
La posición de Podemos será tenida en cuenta por el PSOE. Otra vez una pinza entre la estrategia de Podemos y Ciudadanos. Tendrá que mirar por el retrovisor a los dos partidos.
Rajoy ha conseguido ganar tiempo, oxigeno, con el pacto con el PNV. Pero no amainan ninguno de sus conflictos. El último, el enfrentamiento del ministro de justicia con los jueces y fiscales. Necesita urgentemente algún triunfo político. Y solo hay uno el horizonte, en el que trabaja discreta e intensamente.
Ya tenemos noticia que la fiscalía alemana reiterará ante el Tribunal Superior de Justicia del land de Schleswig-Holstein, la petición de que Carles Puigdemont sea extraditado por un delito de rebelión y enviado ante el juez. Algo que parecía descartado hace unas semanas aparece ahora como un objetivo posible.
Es la única baza que tiene a mano Rajoy para recuperar algo la inciativa política.
Rajoy medita la estrategia para hacer frente a las encuestas con la mirada puesta en las elecciones de 2019
Pendientes de la solución de la crisis de gobierno en la comunidad de Madrid, el presidente medita la estrategia para hacer frente a las encuestas con la mirada puesta en las elecciones autonómicas, europeas y municipales del año que viene.
Lo que menos le conviene al Gobierno es abrir un nuevo frente en torno a la política penitenciaria sobre los presos de ETA. Pero todavía no se han salvado totalmente los Presupuestos Generales del Estado y está por conocer cuáles van a ser los siguientes pasos del PNV, especialista en administrar las presiones sobre el Gobierno en la negociación de los presupuestos.
ETA se ha disuelto. Pero su sombra puede condicionar seriamente lo que queda de legislatura y apretar aún más la soga que pende del cuello de Mariano Rajoy.