La ruptura de CiU tiene fecha: después de las municipales
La dirección de la federación muestra ahora su apoyo a Duran y cierra la crisis en falso tras la votación contradictoria en el Congreso
Un futuro con fecha de caducidad. La dirección conjunta de CiU es consciente de que el resultado de las elecciones municipales marcará el inmediato camino, y que ante las elecciones autonómicas del 27S los dos partidos deberán tomar una decisión, que pasará por la ruptura. «No se podrá aguantar la situación, porque lo que no puede hacer Unió, al margen de si está o no a favor de la independencia, es seguir la estrategia que marca ERC o la ANC», aseguran fuentes democristianas.
Pero, por ahora, CiU prefiere teatralizar una cierta unión, y lo ha hecho este lunes tras las reunión de la ejecutiva: todo el apoyo a Josep Antoni Duran Lleida, como presidente del grupo parlamentario en el Congreso, después de que fuera desautorizado por Convergència en la votación sobre el acuerdo contra el terrorismo yihadista pactado entre el PP y el PSOE.
CiU comienza a descontar la ruptura
El secretario general de Unió, y de CiU, Ramon Espadaler, aseguró que la ejecutiva ha dado por cerrada la crisis por esa cuestión. «Lo hemos analizado con detalle, queremos mirar adelante y reiterar la confianza unánime que se ha expresado a la dirección y la gestión del grupo en Madrid», ha afirmado.
Junto con Lluís Corominas, miembro de la ejecutiva de CDC, Espadaler ha insistido en que se seguirá trabajando «como siempre». Pero los ánimos han cambiado mucho. Espadaler y Corominas no querían abundar más en el asunto.
La dirección de Unió, y también la de Convergència, han comenzado a descontar la ruptura, como si fuera el mercado financiero ante un nuevo descenso de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo. Lo que ocurre es que los dos partidos tienen una estrategia diferente para preparar esa ruptura.
Convergència desea que Duran lo deje ya
Convergència desea que sea el propio Duran Lleida quien compruebe que «su tiempo ha pasado», y que abandone la política activa. Para ello se prepara ya un cabeza de lista para las elecciones generales, que se convocarán a finales de este año. Duran no repetirá, y la opción es que sea ya un dirigente de Convergència.
La dirección de CDC tiene la siguiente esperanza, que secundan algunos dirigentes y cuadros de Unió: que una vez apartado Duran, se llegue a una especie de refundación de Convergència, con miembros de Unió, con la apuesta clara por la independencia.
Unió quiere decidir con quién y cómo rehace su espacio
Y ese es el gran escollo. Miembros de Unió consideran que el partido debe seguir su propia estrategia, que, aunque el equilibrio interno ha cambiado y las tesis de Duran ya no son mayoritarias, es Unió quien debe decidir cómo y con quién rehace el espacio político del catalanismo conservador.
Las elecciones municipales tienen una cita clave: el ayuntamiento de Barcelona. En función de lo que ocurra, si Xavier Trias no repite como alcalde por acuerdos entre diversas fuerzas políticas, entre ellas Esquerra Republicana, el proceso soberanista se dará por finiquitado. Y Convergència podría reaccionar en la línea que defiende Duran.
Mas busca tomar la iniciativa
Pero CiU ha llegado a un límite, pese al gran historial de desencuentros que siempre han acabado en nada. «Si se decide, y CDC lo defiende, un programa para las elecciones del 27S con la bandera de la independencia, Unió no estará ahí», insisten las fuentes democristianas.
El mapa político catalán no será el mismo en los próximos meses, como ocurre también en la política española. CDC y Unió Democràtica lo admiten y se preparan para adaptarse a una nueva situación.
Precisamente, ante la decepción que ha causado en el movimiento soberanista el «parón» del llamado proceso, Convergència trata de reaccionar. Y este mismo martes el President Artur Mas explicará las próximas actuaciones del Govern, consciente de que las bases independentistas piden marcha. La propia ANC anunció un gran acto para avivar las brasas el 27 de febrero.