La reescalada: A Coruña tiene restricciones previas a un confinamiento
En el plan del Gobierno, cerrar del ocio nocturno, limitar la reunión de personas o restringir visitas son las medidas previas al control de la movilidad
El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó el 16 de julio el “plan de respuesta temprana” para controlar el Covid-19 una vez superado el estado de alarma y los peores meses de la pandemia. Aquel documento sirvió de base al ministro Salvador Illa para consensuar con las comunidades autónomas las nuevas restricciones aplicadas en todo el Estado, como el cierre del ocio nocturno, la prohibición de fumar en la calle si no hay distancia de seguridad, el límite horario para la hostelería o la restricción de las visitas a centros socio-sanitarios.
Son las mismas medidas que la Xunta aplica en el área de A Coruña desde el pasado miércoles y que empezó a implantar hace una semana ante el crecimiento de los positivos por Covid-19. La incidencia del virus en los municipios del área sanitaria coruñesa es tres veces mayor que la media de Galicia y concentra el 60% de los casos activos.
La escala de restricciones
El plan de respuesta temprana recoge “un esquema de la activación progresiva de medidas” ante un empeoramiento de la situación epidemiológica, es decir, ante un avance del coronavirus. En esa progresión, las medidas aplicadas primero en A Coruña por la Xunta y después en España por el Ministerio de Sanidad, se encuentran en las situaciones más graves que recoge el documento: los “brotes complejos o transmisión comunitaria esporádica”, que sería la fase intermedia; y la “transmisión comunitaria no controlada”, donde ya se incluye “el control de la movilidad y el transporte” y, en último caso, “el confinamiento en todo el territorio estatal o en territorios específicos”.
Este sería el esquema:
Brotes controlados o casos esporádicos: medidas como permanecer en el domicilio si se tienen síntomas compatibles y buscar ayuda médica; el uso obligatorio de la mascarilla o informar sobre el riesgo asociado a los viajes.
Brotes complejos o transmisión comunitaria: en este caso ya se contempla aplicar medidas como el cierre del ocio nocturno, la limitación de aforos o la restricción de visitas familiares a centros socio-sanitarios.
Transmisión comunitaria no controlada: en esta situación se evalúa la posibilidad de controlar la movilidad o del confinar territorios. También la cancelación de eventos multitudinarios o la limitación de las reuniones sociales a menos de diez personas.
La situación en el área de A Coruña
En Galicia, solo el área de A Coruña estaría próxima a estas restricciones pues, según el informe de la Dirección Xeral de Saúde Pública, “existe transmisión comunitaria”, aunque “de intensidad desconocida”. Es decir, A Coruña está a medio camino entre las dos situaciones más graves incorporadas al plan de respuesta temprana ante el Covid-19.
En las restricciones previstas para los brotes complejos, la situación intermedia, están la restricción de visitas a los centros socio-sanitarios, la reducción de aforos, el establecimiento de franjas horarias preferentes para grupos vulnerables o el cierre del ocio nocturno. Todas estas medidas se aplicaron en A Coruña.
En la situación más grave, la transmisión comunitaria incontrolada, se ubicaría la restricción de las reuniones sociales a un máximo de diez personas o la cancelación de eventos multitudinarios. En A Coruña se produjeron ambas, si bien el Ministerio no ha suspendido eventos multitudinarios, sino que exige una evaluación de riesgos respecto a su celebración.
Las medidas a tomar antes del confinamiento
En base al plan de respuesta temprana todavía quedarían varias medidas por tomar antes de limitar la movilidad si el coronavirus continúa avanzando. Entre ellas estarían la limitación de horarios de atención al público, el cierre total o parcial de centros educativos, socio-sanitarios o laborales o el cierre de establecimientos con elevada afluencia de personas. El documento también señala que se puede recomendar a los ciudadanos limitar la movilidad en lugar de restringirla directamente.
El plan acordado por el Gobierno y las autonomías afirma que «las medidas encaminadas a la reducción de la movilidad de las personas, se han mostrado altamente efectivas para controlar la transmisión del SARS-CoV-2 cuando el virus alcanza un elevado nivel de difusión. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de medidas suponen un elevado coste social y económico, por lo que conviene implementarlas estudiando la situación caso por caso».