La ‘mejor’ jornada de reflexión para el PP: la prima a 379 puntos
Rajoy se presenta a los electores gallegos y vascos con los mercados controlados y resistiendo a la fuerza de atracción del rescate
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a la vez líder del Partido Popular (PP) se presenta a los electores gallegos y vascos con la tormenta financiera calmada y sin que sus candidatos deban cargar con la responsabilidad electoral del rescate internacional a la economía española. El PP está eufórico en Madrid por estos dos logros de su líder y destaca que, hoy más que nunca, se aprecia que, a pesar de las críticas, Rajoy sí ejecuta un plan. Son, sin embargo, los únicos que lo piensan.
En Génova proclaman que el presidente ha hecho bien en no dar pasos en falso y remarcan que España podrá pagar sus compromisos de aquí a final de año sin acudir al amparo internacional. El rescate se desvanece, dicen, y avisan que Rajoy no tomará ninguna decisión presionado por Alemania o Francia. Fuentes del Ministerio de Economía recuerdan, por su lado, que el país tiene cubiertos los vencimientos y que incluso podría culminar el año con un pequeño excedente de tesorería gracias a las exitosas subastas del Tesoro. La guinda de la situación la pone el Ibex que ronda los 8.000 puntos a pesar de que este viernes cayó el 2,1% dando pie a un episodio más de la extrema volatilidad de la que el índice español hace gala este año.
De este modo, Rajoy, evadido de la campaña electoral, ha dado el único miting que deseaba Alberto Núnez Feijoó: solvencia económica. Esa es la gran tarjeta de presentación del presidenciable gallego, haber liderado una de las pocas autonomías que no deberán pedir el rescate de Madrid para evitar la quiebra. Este viernes, otra comunidad gobernada por el PP, Baleares, ha pedido el amparo de Moncloa. A la tabla de salvación, el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), ya sólo le quedan 5.000 millones sin comprometer una vez se desbloqueen los recursos pignorados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para prestar a Catalunya el dinero con el que Artur Mas devolverá los bonos patrióticos.
Suerte
El PSOE y los partidos concurrentes a las elecciones en Galicia y Euskadi discrepan del optimismo popular. La realidad, dicen, es que Rajoy espera maquiavélicamente el momento para pedir ayuda internacional. El control relativo de la prima de riesgo se ha logrado en base a amagar durante la semana con activar la línea de crédito este viernes, tras el Consejo Europeo. Los opositores a Rajoy descartan que el presidente del gobierno haya logrado atar en corto a la prima de riesgo –en verano llegó a pasar de los 670 puntos– y mantener los mercados entonados por que los inversores aprecien un clima financiero solvente y una hoja de ruta clara. Todo lo contrario, aseguran.
La vía catalana
Mientras la esfera económica parece dar la tregua deseada al PP, por uno u otro motivo, para la jornada de reflexión, Génova prepara el 22 de octubre. Es decir, el día después. La maquinaria electoral central del partido se activará para evitar que la oposición radical al discurso secesionista de Mas (CiU) finiquite las opciones de Alicia Sánchez-Camacho, la líder popular catalana. Los think tank oficiosos, que no oficiales, como la FAES de José María Aznar, ya piensan en un nuevo modelo de Estado que finiquite el café para todos pero que agrade a Catalunya y Euskadi. Javier Arenas ha visto la oportunidad en la deriva soberanista de cumplir con el programa electoral del PP, que pasa por adelgazar las administraciones públicas, y a la vez presentarse como la alternancia para gobernar la Generalitat con una solución definitiva al encaje de Catalunya en España que, a la par, sume sensibilidades.
Los resortes ya están en marcha y los creadores de opinión orbitales, como el director de El Mundo, Pedro J. Ramirez, preparan el terreno mediático al nuevo sentimiento popular sobre la organización territorial española. Los trabajos previos son intensos. Los fogones de la cocina hierven: el 26 de noviembre tocará dialogar, asumen en el PP de Rajoy.