La hija del rector de Cifuentes también fue enchufada en la universidad
La universidad Rey Juan Carlos afronta un juicio por haber contratado sin publicidad y de forma urgente a la hija del rector que aprobó a Cifuentes
La universidad Rey Juan Carlos, que otorgó el polémico título académico a la presidenta madrileña Cristina Cifuentes, ha sido demandada por haber contratado de forma exprés y sin la publicidad exigida por la ley a la hija del rector Fernando Suárez Bilbao, en cuya gestión se aprobó el Master de Cristina Cifuentes.
La universidad pública, dependiente del gobierno de la Comunidad de Madrid, hizo una convocatoria exprés para cubrir 23 plazas para trabajos que supuestamente no pueden ser asumidos por funcionarios de carrera y cuya incorporación ha sido justificada por “necesidad y urgencia”, según consta en la convocatoria.
La hija del exrector Fernando Suárez Bilbao, María Alejandra Suárez Martialay, obtuvo la plaza de apoyo administrativo a la Universidad Rey Juan Carlos on-line y recibió el doble de puntuación que el segundo candidato. Suárez Bilbao, que fue becaria y trabajadora temporal de la universidad, alcanzó las mejores valoraciones tras su paso como alumna-becaria y luego como trabajadora temporal a juicio de un tribunal de evaluación. La hija del exrector es graduada en Comunicación Audiovisual en la misma universidad y ha obtenido un diploma en el Centro de Estudios del Video de Madrid. Está especializada en edición de vídeos, tal como asegura su perfil profesional en la web de la universidad.
Pero ni su plaza ni el resto de las 22 convocadas por urgencia figuraban hasta ahora en la relación de los puestos de trabajo de la universidad. Es decir, fueron creadas de manera urgente en función de las necesidades que dijo tener la universidad pública.
La plaza de Suárez Martialay pertenece al grupo profesioinal C1 y tiene un nivel salarial 16, es decir, unos 1.100 euros netos mensuales. Para la plaza se valoraba conocimientos del programa Moodle, manejado por la universidad, «experiencia en formación a distancia» y «diseño de materiales interactivos».
La hija de Suárez Bilbao entró en la universidad como becaria cuando su padre era rector. La universidad acaba de crear la plaza que ocupa
El juicio
El sindicato Somos Sindicalistas ha judicializado la adjudicación de las plazas en un juicio que se celebró hace dos semanas en los tribunales de lo contencioso-administrativo de Madrid. En el juicio, los representantes de la Universidad y los sindicatos UGT y Csif defendieron la actuación del centro educativo ahora bajo la gestión del actual rector Javier Ramos, que fue designado tras la propuesta del anterior rector Suárez Bilbao.
Los demandantes consideran que la convocatoria del concurso no fue publicado ni el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCAM) ni en el del Estado (BOE) y, por tanto, carece de validez. Además, los puestos de trabajo que salieron a concurso no aparecen en la relación de puestos de trabajo de la universidad y son de reciente creación.
“Lo que pasa en esta universidad es muy sospechoso. La rodea un escándalo tras otro. Todo apunta a que se trata de un concurso creado a medida para los ganadores y por eso hemos acudido a los tribunales. Es necesario que haya más explicaciones porque no se han aclarado los motivos de urgencia. Los alumnos y los ciudadanos no se merecen esto”, explicó Miguel Ángel Lorenzo, portavoz del sindicato Somos Sindicalistas, que llevó a la universidad a juicio.
Universidad familiar
El exrector Fernando Suárez Bilbao abandonó el cargo después de haber sido acusado de plagiar 15 trabajos de otros académicos, un caso que fue denunciado en los tribunales por el penalista de la universidad Antonio Cuerda. El exrector copió párrafos e incluso páginas completas de trabajos de otros profesores y del rector de la Universidad de Barcelona.
Durante su mandato se produjo el misterioso cambio de calificaciones con las que Cristina Cifuentes obtuvo su Master, dos años después de haberlo finalizado, tal como desveló Eldiario.es. El actual rector nunca investigó el caso de plagio y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, tampoco se pronunció sobre el escándalo.
La madre de María Alejandra Suárez, Teresa Martialay Sacristán, también trabaja en la misma universidad donde imparte historia medieval como profesora contratada, según informó el diario Infolibre en octubre pasado. La casa de estudios ha explicado que la necesidad de contratar nuevos trabajadores ha surgido tras el cambio de rector. Este diario contactó con el centro de estudios para conocer los criterios para seleccionar a la hija del exrector pero al cierre de esta edición no obtuvo respuesta.