La encrucijada de Feijóo: saltar a Madrid en pleno rearme de la oposición en Galicia

En su ascenso a la presidencia del PP, Feijóo podría abandonar la Xunta en un momento clave: un año antes de unas municipales, con un BNG al alza y un PSdeG pacificado

Alberto Núñez Feijóo, esta semana, tras su intervención en el Parlamento gallego. Foto: EP

Alberto Núñez Feijóo, tras su última intervención en el Parlamento gallego. Foto: EP

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Sobre el papel, la ecuación del PP está despejada. Al menos de momento. Pero restan muchas derivadas. Previsiblemente (y contra el pronóstico inicial y el deseo de muchos de los barones territoriales), Pablo Casado se mantendrá como presidente del partido hasta la celebración, los días 2 y 3 de abril, de un congreso extraordinario al que no podrá presentarse y en el que se entronizará a Alberto Núñez Feijóo, máximo mandatario de la Xunta.

Este jueves, muchos de los dirigentes que dieron la espalda a Casado aseguraban que en la reunión de barones del miércoles en Génova, en la que se pactó el Congreso extraordinario, se había logrado “desbloquear” la crisis del partido. Una operación que, virtualmente, sitúa a Feijóo como nuevo líder de la formación y que, a la vez, despliega ante él una ingente lista de retos. No solo tiene la tarea inmediata de pacificar y recomponer el PP a nivel nacional. También debe asegurarse de que la formación que –previsiblemente– dejará en Galicia mantendrá el éxito tras su marcha. Y eso es algo que no está asegurado…

Es cierto que, bajo su mando, el PPdeG logró, en plena pandemia, encadenar su cuarta mayoría absoluta en el Parlamento autonómico, un hemiciclo del que Unidas Podemos, bajo el paraguas de En Común, ha sido desalojado y al que Vox y Ciudadanos nunca han tenido acceso. Pero tan cierto como eso, también lo es que el BNG de Ana Pontón cotiza al alza en las encuestas y que el PSdeG parece haber zanjado su crisis interna con unas primarias que elevaron a Valentín González Formoso como secretario general.

Y todo esto, a poco más de un año de unas municipales que, de partida, se le presentan cuesta arriba al PP gallego. Distintas fuentes indican que recientes encuestas internas dibujarían un mapa en el que, en este momento, los de Núñez Feijóo no recuperan ninguna de las sietes ciudades, así como tampoco las tres diputaciones actualmente en manos del PSOE.

Los tiempos de Feijóo

A pesar de que la práctica totalidad de los barones del PP han proclamado públicamente su deseo de que el de Os Peares coja el timón del partido, el sucesor de Manuel Fraga en Galicia tiene sus tiempos. El dirigente no quería que su nombramiento fuese a dedo –aunque se parece mucho a eso– y, en las últimas 48 horas, ha insistido en que no desvelará si se presenta o no al congreso hasta que este no se convoque.

«Vengo de un congreso democrático y quiero estar en un partido democrático que haga congresos democráticos», insistió. Si se anuncia en la próxima Junta Directiva del partido, que se celebrará este martes, tendrá hasta el día 16 de marzo para presentar su precandidatura, según los estatutos de la formación.

La sucesión gallega

¿Y qué pasará en la Xunta y en el PP gallego cuando Feijóo releve a Casado? Legalmente, podría compaginar su papel como presidente autonómico y como líder de su partido, sin embargo, se da por hecho que tendrá que centrar sus fuerzas en recomponer la formación a nivel estatal. Una de las opciones sobre la mesa estas últimas jornadas pasaría por hacer oposición a Pedro Sánchez en el Senado, cámara en la que podría recalar vía designación autonómica.

Alfonso Rueda, el vicepresidente primero de la Xunta, es considerado su “relevo natural” en Galicia. Este jueves rehuyó las preguntas de los periodistas sobre su futuro. En la misma línea que su presidente rechazó hablar de situaciones que aún no se han planteado.

Si Feijóo dimite, el Estatuto contempla una hoja de ruta que posibilita completar el relevo en un mes. La marcha del presidente implicaría también el cese de los conselleiros, que seguirían en funciones hasta la conformación de un nuevo Ejecutivo autonómico, una vez cumplimentados los correspondientes trámites parlamentarios. No habría problema, debido a la mayoría absoluta en el Parlamento del PPdeG.

Las incógnitas de Rueda

La figura de Rueda aúna pros y contras. Distintas fuentes no oficiales del partido tienen claro que es el cargo mejor situado. “Siempre ha demostrado una gran lealtad a Feijóo, incluso en momentos en los que parecían estar más separados. Y han trabajado juntos desde la oposición”, recuerdan, a la vez que apuntan a que, con este movimiento, el por ahora conselleiro “tendría más de dos años para rodarse como presidente de la Xunta antes de las próximas elecciones autonómicas”. “Unos comicios a los que, en principio, Feijóo ya no se iba a presentar…”, recuerdan.

Sin embargo, también apuntan a que Rueda tiene una debilidad frente al presidente de la Xunta. «Él no une el partido de la forma en lo que lo hace Feijóo, que ha ejercido un mando único durante años«, opinan, a la vez que aseguran que, en el pasado, en su etapa como secretario general del PPdeG llegó a tener fricciones con algunos representantes provinciales debido a las elaboraciones de las listas.

Si bien la mayoría de las fuentes consultadas apuestan a que Feijóo activará el relevo una vez recale en Génova, aseguran que este proceso no se iniciará inmediato. Como siempre, querrá marcar sus tiempos.

Galicia o Madrid

Nada de esto pasa desapercibido en la oposición. Tanto el BNG como el PSdeG llevan varias jornadas exigiendo a Feijóo que aclare su situación. Su marcha, al fin y al cabo, los beneficia.

Asegura González Formoso que la comunidad necesita “un presidente a tiempo completo”, por lo que debe escoger «entre Galicia y Madrid». Unas declaraciones que fueron, por cierto, afeadas por Rueda, que respondió aludiendo a que, además de secretario general de los socialistas gallegos, él también es presidente de la Diputación de A Coruña y alcalde de As Pontes.

La portavoz nacional del Bloque también hurgó este jueves en la misma herida. “Feijóo debe aclarar a los gallegos si va a optar por Galicia o por Génova. No podemos estar a la espera de si toma el camino de sus ambiciones personales”, insistió.

La oposición ironiza estos días con el lema electoral con el que Núñez Feijóo ganó los últimos comicios autonómicos. «Galicia, Galicia, Galicia». «Ahora es Madrid, Madrid, Madrid», dicen.

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