La consulta de Mas: quince días para votar y en institutos de secundaria
El conseller Homs asegura que el Gobierno español no podrá impugnar el nuevo 9N
El President Artur Mas y su mano derecha, el conseller de Presidència, Francesc Homs, alientan la confusión sobre la nueva consulta del 9 de noviembre. El objetivo es no ofrecer ninguna pista al Gobierno español, para que no la pueda impugnar. Y Mas no firmará ningún decreto de nueva convocatoria. Pero el Govern ha comenzado a desvelar algunos datos.
La idea, que ha explicado Homs, es movilizar a unos 18.000 o 20.000 voluntarios, y unos 3.000 funcionarios, también voluntarios, con los que se puedan configurar unas 6.000 mesas electorales en todo el territorio catalán.
Como en la anterior convocatoria, suspendida por el Tribunal Constitucional, podrán votar los catalanes a partir de 16 años, los catalanes en el extranjero –no en el resto de España– los extranjeros comunitarios con un año de residencia, y los no comunitarios con tres años, como mínimo, de residencia.
Sin censo
Homs ha anunciado, en una entrevista en Rac1, que los votantes tendrán quince días para hacerlo, a partir del 9 de noviembre. Y, para no vulnerar la ley, porque el Govern no puede utilizar el censo, se creará un registro el mismo día de la votación. Es decir, todo aquel ciudadano que quiera votar el 9N, podrá hacerlo mostrando su DNI, por lo que quedará registrado. Y votar a continuación la pregunta ya acordada por los partidos pro consulta sobre la independencia de Cataluña.
El problema es dónde lo podrán hacer. Homs ha asegurado que se anunciará, con días de antelación, los emplazamientos que se habilitarán, y que serán locales de la Generalitat. Una de las ideas, porque están distribuidos en todo el territorio, es hacerlo en los institutos de secundaria.
Dificultad para el Gobierno español
En total, el Govern cree que podrá contar con unos 600 puntos para la votación en todas las comarcas catalanas. El factor más importante para votar será el lugar de residencia que figure en el DNI. Cerca de ese domicilio, según Homs, todos los catalanes tendrán un lugar de la Generalitat para poder votar.
“Hay un gobierno que dice que no podemos votar y ante esta posición hay tres maneras de responder: no se vota; aunque lo intentamos nos ponen tantas pegas que no se vota; hacemos lo posible por votar y votamos”, ha afirmado Homs para justiticar la pseudoconsulta que desea impulsar Artur Mas, insistiendo en que el Gobierno central «lo tendrá muy difícil para recurrirla».
Los resultados provisionales se ofrecerán al día siguiente, el 10N, aunque los definitivos no llegarán hasta 15 días después. Con esta fórmula, el Govern de Artur Mas considera que el Ejecutivo de Mariano Rajoy tendrá difícil impugnar la nueva propuesta, de participación ciudadana, que no tendrá ningún valor, más allá de constatar, de nuevo, que existe un buen número de catalanes favorables a la independencia, porque los contrarios a ella difícilmente se sentirán vinculados con la nueva consulta y no acudirán a votar.