La concesionaria paraliza la bajada de precio del bus de A Coruña
El juez ordena paralizar la rebaja en las tarifas, que el Ayuntamiento quería aplicar sin consenso, tras un recurso de la Compañía de Tranvías
Un recurso de la Compañía de Tranvías de A Coruña, sempiterna concesionaria del servicio de transporte urbano, ha paralizado la rebaja de tarifas que pretendía aplicar el Gobierno local, liderado por la Marea Atlántica de Xulio Ferreiro. Una providencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 obliga al Consistorio a “abstenerse de cualquier intervención” en los precios hasta que el tribunal resuelva el recurso. La Concellería de Mobilidade preveía abaratar el billete a partir del 1 de febrero, medida que estaba en la agenda del alcalde Ferreiro desde hace años pero que tomó sin contar con el consenso de la concesionaria.
Tras tener constancia de la providencia, el departamento municipal informa que acatará las indicaciones del juzgado y esperará por su resolución para aplicar la rebaja de las tarifas, acordada en junta de gobierno local. El edil Daniel Díaz Grandío, remarca que la providencia ordena la administración local esperar a que se pronuncie sobre la solicitud de suspensión planteada por la Compañía de Tranvías. También indica que espera que esta decisión se produzca «con la máxima celeridad para minimizar los posibles perjuicios».
La rebaja prevista abarataría el billete ordinario de 1,20 euros en diez céntimos, mientras que la tarifa general de la Tarjeta Millennium bajaría casi un 12%, hasta los 75 céntimos. El Concello lleva tiempo planificando la rebaja a raíz de la prórroga de la concesión de la Compañía de Tranvías, medida que tomó alegando la caducidad del contrato por exigencias de la normativa europea, algo con lo que no estaba de acuerdo la empresa.
La concesionaria reparte dividendos millonarios
La de la Compañía de Tranvías es una concesión de lo más rentable. La empresa de la familia Prada Muradás cerró el ejercicio de 2017 con 4,3 millones en ganancias, resultado prácticamente clavado al de 2016, cuando ganó 4,5 millones. Entre 2012 y 2018, la concesionaria repartió 13,6 millones en dividendos a sus socios.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, tras una consulta realizada por el propio Concello, consideró que el servicio de bus urbano estaba planificado de manera que atribuía un margen comercial al concesionario “que anula el riesgo operacional de su gestión”.