La aventura empresarial de la mujer del doctor Simón
María Romay Barja, familiar de Romay Beccaría y mujer de Fernando Simón, es investigadora de enfermedades tropicales y controlaba Arca Asociados hasta 2019
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad tiene conexión gallega. Fernando Simón, zaragozano de nacimiento y que ha estado al frente del dispositivo sanitario en las crisis del ébola y el coronavirus, lleva más de veinte años casado María Romay Barja.
Su primer apellido delata un origen gallego que le viene de la mano del que fuera exministro precisamente de Sanidad durante el primer mandato de José María Aznar, diputado, conselleiro de Sanidade o Agricultura y presidente de la Diputación de A Coruña a finales del siglo pasado: José Manuel Romay Beccaría.
Trayectoria en África y América Central
María Romay Barja es familiar del histórico exdirigente del Partido Popular y recaló como experta en enfermedades tropicales de la Red de Investigación Cooperativa en Enfermedades Tropicales (RICET), perteneciente al Instituto de Salud Carlos III, tras haber trabajado para entidades como Médicos sin Fronteras o la Fundación Paz y Solidaridad en países de África (Mozambique, Somalia o Burundi) y América Central (Guatemala o Cuba). Romay Barja acumula 13 años como investigadora y project manager en el RICET, periodo en el que compaginó su cargo con el de administradora de la sociedad Arca Asociados.
Se trata de una firma dedicada al “estudio de mercado y realización de encuestas de opinión pública” en cuyo portfolio se encontraba el diseño de productos, la elaboración de memorias anuales de organismos como el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y que organizó eventos con Renault.
Sociedad disuelta
Según consta en el registro mercantil, María Romay Barja compartía accionariado con otros tres socios, pero ejercía como administradora única de la sociedad desde el año 2010. Sin embargo, la mujer de Fernando Simón ha decidido poner fin a su trayectoria al frente de Arca Asociados justo en el año en el que la empresa cumplía su 30 aniversario. Y es que la firma convocó para el pasado mes de noviembre una junta general extraordinaria de accionistas para sellar su disolución. Economía Digital trató ayer de ponerse en contacto con la empresa sin obtener respuesta, ya que su teléfono de contacto ya no permanece activo.
La sociedad, que contaba con 5 trabajadores al cierre de 2018, se abocó a su disolución tras cosechar unos números rojos de 66.400 euros en 2018 y de 25.300 euros en 2017, pese a que sus ventas en ambos años se situaron por encima del medio millón de euros.