Júbilo en A Coruña por el Gordo: «Nunca antes habíamos repartido ningún premio importante»
La administración 25 de A Coruña, situada en la calle Barcelona del barrio coruñés Agra do Orzán, ha vendido 450 décimos del 05.490, primer premio del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad
La conocida calle Barcelona del barrio coruñés Agra do Orzán se ha llenado este jueves de cámaras, curiosos y algún que otro afortunado con el Gordo de la Lotería de Navidad. La Administración de Loterías número 27 de la ciudad herculina, regentada por los hermanos Cristina y José Luis García, nunca había tenido en sus 40 años de vida la suerte de cara en el tradicional sorteo navideño.
«Nunca antes habíamos repartido ningún premio importante», ha reconocido la titular de la administración conocida como ‘La Diosa de la Fortuna’. En total, esta administración ha vendido 450 décimos del 05.490. «Aquí siempre jugamos al cero. De hecho, el número de la casa también empezaba y terminaba por cero. Pero no escogimos el que tocó porque no había suficientes décimos para que pudiese tener toda la gente del barrio», ha señalado.
La mayor parte de los décimos tocados por la suerte han sido vendidos desde el restaurante ‘El Gaucho Díaz I’ de O Temple, en el Ayuntamiento de Cambre (A Coruña). Esta parrillada es un cliente habitual de ‘La Diosa de la Fortuna’ que repartió suerte entre sus clientes con unos 300 décimos premiados cada uno con 400.000 euros.
«Este cliente nunca nos pide una terminación concreta, siempre al azar. Es todo una casualidad», ha añadido la ‘lotera’ de la calle Barcelona, que reconoce que «el número no era muy bienvenido» entre su clientela por contar con dos ceros al principio y al final y terminar por «el abuelo», como se le conoce popularmente al número 90.
Elección meditada
En el caso de Alfredo y Bárbara, dos cubanos residentes en Agra de Orzán, la elección no fue al azar ya que buscaban un décimo terminado en 90 porque a ella le gustaba ese número, sin que tuviese un significado especial que sí tenía para Asunción, también vecina del barrio y que escogió el 5.490 porque este año su marido, ya fallecido, hubiese cumplido esa edad.
Una de las primeras agraciadas con el Gordo que ha ido a compartir su alegría con los responsables de la administración es Asunción. Acompañada por su hijo, esta vecina de la zona, clienta habitual de una administración en la que juega habitualmente a la Quiniela o la Primitiva, reconoce que todavía no ha pensado en qué se gastará el premio. «Piso ya tengo y mi hijo, también. Así que no sé», ha señalado antes de emprender el camino de vuelta hacia su casa recibiendo las felicitaciones de sus vecinos.
«Salimos del trabajo ahora y vimos el número y le dije, oye, ese es el ’90’, míralo ahí». Así se dieron cuenta Alfredo a Bárbara, dos cubanos asentados en A Coruña desde hace siete años que regresaban de sus trabajos como camarero y limpiadora después de hacer unos recados y que se percataron del número cuando pasaron frente de la administración donde compraron el 5.490.
Abrazados a la vendedora que buscó para ellos explícitamente el número, ambos tienen claro qué van a hacer con los 400.000 euros de su boleto premiado. «Repartirlo con la familia. Yo tengo cuatro hijos, que están en Cuba, y ella tiene dos, que están aquí», señalan antes de recibir la ‘ducha’ de cava cortesía del responsable de una administración a la que acudieron para tener este 22 de diciembre un décimo terminado en 90. «Bendito viejito», han señalado.