Islandia ‘premia’ a Geir Haarde, su ex ministro durante la crisis, con la embajada en EEUU
Dejó el cargo en 2009 y fue el primer político juzgado en todo el mundo por el descalabro del sistema financiero
Paradojas. Islandia es el país que se ofrece como ejemplo de buenas prácticas, o de haber acometido lo necesario para dejar atrás, lo más rápidamente posible, la crisis económica. Su ex primer ministro, Geir Haarde, fue juzgado el 23 de abril de 2012 por un tribunal especial sobre delitos públicos creado en 1905 que nunca, hasta aquel momento, se había utilizado. Se le acusó de «negligencia» en su gestión, y de no haber hecho suficiente para impedir la crisis financiera que enterró el país.
Ahora, seis años después de haber dejado el cargo, el Gobierno islandés lo ha ‘premiado’ con uno de los mejores cargos que puede ofrecer un país: la embajada en Estados Unidos, algo que Haarde sólo puede agradecer, porque es el país en el que se formó, en la Johns Hopkins University.
«Las decisiones políticas sólo se deben castigar en las urnas»
Haarde aseguraba, pocas horas antes de conocer el veredicto del tribunal, en una corta estancia en Barcelona, que «las decisiones políticas sólo se deben castigar en las urnas».
Finalmente, sólo lo consideraron culpable de esconder información sobre el alcance real de la crisis en los consejos de ministros, y no fue condenado a los dos años de cárcel, que, inicialmente, le podían haber caído. Haarde no podía entender que pudiera ser condenado, como cualquier otra persona que hubiera cometido un delito.
El ex primer ministro aseguraba que el ejemplo que quería evitar, en su gestión, era el de Irlanda, que para él fue nefasto, al haber rescatado a los principales bancos, consiguiendo que la deuda privada acabara derivando en deuda pública.
Evitar la experiencia de Irlanda
«Se presionó a los bancos para que redujeran su dimensión, y perdieron mucho dinero, también los acreedores, porque decidimos no garantizar las obligaciones con las entidades, al contrario de lo que hizo Irlanda», aseguraba.
El hecho es que, desde entonces, Islandia apareció como el mejor modelo para la opinión pública de muchos países, que pasaron por una situación similar, como España, Irlanda, Grecia o Portugal. Pero las ilusiones iniciales derivaron en una frustración, y en el retorno al Gobierno de los mismos partidos que condujeron el país al crack financiero, entre ellos el Partido de la Independencia, de Haarde, que lo ha nombrado embajador en Estados Unidos.