Inquietud en el PP catalán ante la falta de proyecto propio

Sánchez Camacho busca cómo parar el ascenso de Ciutadans y ultima una conferencia abierta a toda la sociedad catalana

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El PP catalán se desdibuja en el inicio de un ciclo electoral largo, que le debería brindar una gran oportunidad. Cuadros medios y dirigentes muestran su inquietud al entender que falta un proyecto propio, que sepa atraer a una parte de la sociedad catalana con propuestas ideológicas, en positivo, más allá de la crítica constante, y la lucha sin cuartel contra el soberanismo del President Artur Mas.

La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, consciente de que es necesario «algo más» que la repetición de los mensajes que llegan desde La Moncloa, sobre la recuperación económica, trata de remontar el vuelo después de dos hechos que causaron una gran impresión hace unos meses: la pérdida de 100.000 votos en las europeas, respecto a las de 2009, y el ascenso continuo de Ciutadans, la formación que lidera Albert Rivera.

Abandonar el papel histórico de muleta de CiU

Para ello prepara una conferencia para el 3 de febrero, «abierta a toda la ciudadanía», en la que se presentará como «alternativa» al «desgobierno y a la obsesión separatista» de Artur Mas. Sin embargo, en el seno del partido se pide que se vaya más allá, que el PP no puede crecer únicamente con la crítica feroz a Mas, teniendo en cuenta que el PP catalán ha ejercido durante muchos años de «muleta» de CiU.

El primer presupuesto, el de 2010, de Mas, lo aprobó con el PP catalán, que se vio condicionado, porque CiU podía haber sido necesario para Mariano Rajoy, que ganó las elecciones por mayoría absoluta en noviembre de 2011.

Refuerzo ideológico para atraer a la sociedad catalana

Y la pregunta que se hacen algunos cuadros y dirigentes del PP catalán es si el partido puede aspirar a algo más, ahora que CiU está dejando de ser la fuerza política central en Cataluña. En un momento de gran división, con el electorado más volátil desde la recuperación de la democracia, los militantes de toda la vida del PP catalán quieren un golpe de timón, principalmente en el aspecto ideológico.
Pero el PP catalán está fuertemente condicionado por la dirección nacional del PP en Madrid. Y, pese a los reiterados comentarios de dirigentes del PP, sobre la posibilidad de abrir el melón de la sucesión de Sánchez-Camacho, prevalece una cierta «pereza». Rajoy rechaza los cambios, como algo sustancial a su personalidad. Y, además, sustituirla ¿con quién?

La atracción de Montserrat y Albiol

Madrid sigue de cerca a dos dirigentes del PP catalán, el alcalde de Badalona, Xavier Garcia-Albiol, y a Dolors Montserrat, vicepresidenta tercera del Congreso.

El primero, sin embargo, quiere consolidarse como alcalde, la plaza más importante que gestiona el PP en Cataluña, la tercera ciudad de Cataluña en población. Según fuentes del PP, no está interesado en la política desde el Parlament.

Y Montserrat, hija de Dolors Montserrat, histórica dirigente, diputada en el Parlament y verdadero aparato del partido en Barcelona –junto a Alberto Fernández, Jordi Cornet (secretario general) y Alberto Villagrasa– necesita más tiempo.

Aunque ágil y con ambición, miembros del partido le reclaman algo más de sosiego en sus declaraciones públicas.

Los cambios en la ejecutiva de Sánchez-Camacho

Sánchez-Camacho resideñó la dirección del PP catalán, tras las elecciones europeas, pero el partido sigue huérfano de un proyecto concreto. Y el ascenso de Ciutadans se percibe con auténtico pavor. La presidenta impuso varios nombres, como el de María José García Cuevas y el de Josep Llobet, como vicesecretarios generales. También entró en el núcleo duro, como vicesecretario de organización, Joan Antoni López Noguera.

El problema sigue siendo el mismo, y, de hecho, no depende únicamente de Sánchez-Camacho, o del dirigente que la pueda substituir. Depende de lo que quiera la dirección nacional respecto a Cataluña. Y, por ahora, no ha demostrado que desee aumentar su influencia en la sociedad catalana.

Rajoy podría necesitar los votos catalanes

Fuentes del PP daban por hecho que sería Rajoy quien protagonizaría una conferencia como presidente del Gobierno en Barcelona, abierta a la sociedad civil, pero ha renunciado, y será Sánchez-Camacho quien lo haga la próxima semana. Lejos queda la apuesta que en su día hiciera José Maria Aznar, situando a Josep Piqué en Cataluña. Ahora, no hay ninguna apuesta, y se inicia el ciclo electoral, que acabará con las elecciones generales en noviembre.

Lo mejor para el PP catalán, sin embargo, es que los nuevos tiempos dan por hecho que el PP no tendrá mayoría absoluta si gana en noviembre, y que todos los votos serán necesarios, también los que logre en Cataluña.

Algo se hará, se confía en el PP catalán.

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