ING desata una huelga en Unísono: obliga a los trabajadores del call center a usar sus móviles personales
Los sindicatos aseguran que la única alternativa que ofrece la empresa es volver presencialmente y "sin garantías de protección" a la plataforma donde trabajaban antes del Covid-19
El grupo sindical de los trabajadores de Unísono informa de una huelga convocada para el día 30 de abril. FeSMC-UGT denuncia que la compañía obliga a sus empleados, por petición de ING Bank, a atender llamadas de la entidad bancaria desde sus teléfonos móviles personales, sin previa negociación y con la vuelta al puesto presencial «sin garantías de protección» como única alternativa.
Unisono, empresa de telemarketing con sedes en Madrid, Valencia, Barcelona, Asturias y Galicia, requiere a los trabajadores que están en campaña con la entidad bancaria en situación de teletrabajo a que utilicen sus móviles particulares para atender las llamadas. Para ello, obliga a los empleados a instalar en sus dispositivos una aplicación de seguridad, todo sin previa negociación, según informa el sindicato a través de un comunicado.
Sin alternativas
La compañía ha dado de plazo a sus empleados hasta el 1 de mayo para adherirse al nuevo sistema, ofreciendo como única alternativa la vuelta presencial a la plataforma desde la que trabajaban antes del Covid-19, un espacio que los sindicatos denuncian como falto de medidas de seguridad. FeSMC-UGT ya denunció previamente que el volumen de empleados, la masificación del centro y sus instalaciones impiden trabajar «garantizando la seguridad en la actual situación de pandemia».
A esta queja que impulsa la huelga que comenzará el 30 de abril se suman otras que el sindicato asegura que aún están por resolver. La organización de trabajadores señala, por ejemplo, que tras varias reuniones no se consigue llegar a un acuerdo con la empresa para que corra con los gastos del teletrabajo, algo que asumen en su totalidad los trabajadores.
Además, denuncian que la compañía «utiliza la salud de los empleados como amenaza y chantaje», que «aprovechan la pandemia para enriquecerse», y que ponen trabas en la campaña de ING para que los trabajadores puedan cobrar las comisiones que les corresponden. La huelga del 30 de abril será, según afirman, «la primera de muchas otras».