ICV busca el choque institucional contra Societat Civil Catalana
Los ecosocialistas instan al Parlament a que eleve una queja a Bruselas en contra del premio que concedió a la entidad
Inaudito. Así lo cree Sociedad Civil Catalana, la entidad que recibió el pasado mes el Premio Ciudadano Europeo 2014 concedido por el Parlamento Europeo. Y es que es ese, precisamente, el motivo de que la Mesa del Parlament aceptara a trámite, este martes, un texto de ICV en el que se insta a la cámara catalana a elevar una queja en Bruselas.
ICV, que ha vivido intensamente un debate interno en los dos últimos años sobre el proceso soberanista, y que ha dado pie a la salida de uno de sus rostros públicos más conocidos –el ex eurodiputado Raül Romeva— ha sido el grupo que ha instigado una insurrección institucional contra Sociedad Civil Catalana, presidida por Josep Ramon Bosch. El motivo es que se acusa a Bosch de haber participado en un acto franquista en Gandesa en julio de 2013, un año antes de constituir la entidad.
Acusaciones «miserables e injuriosas»
El propio Bosch y el vicepresidente de Societat Civil Catalana, Joaquim Coll, y la también vicepresidenta Susana Beltrán, trataron este martes de entrevistarse con los diferentes grupos parlamentarios para explicar su propia versión.
Pero tanto Iniciativa, Esquerra como la CUP no mostraron ningún deseo de reunirse, con la idea de marginar a la entidad, que se ha caracterizado por sus críticas al proceso soberanista. Los tres responsables de la entidad calificaron las acusaciones recibidas de «miserables e injuriosas»
La propuesta de resolución, que se debatirá en comisión en el Parlament, se basa en una carta que firmaron cinco eurodiputados catalanes, de CiU, ERC e ICV, y que enviaron a la vicepresidenta del Parlamento europeo. La idea que defienden es que Sociedad Civil Catalana tiene conexiones con la extrema derecha y con la Fundación Francisco Franco. Y lo argumentan al glosar la propia figura de Bosch.
Bosch, su padre y Fuerza Nueva
El posible ‘delito’ es que Bosch acudió a ese acto en julio en 2013. El presidente de la entidad aseguró que lo hizo para acompañar a su padre, que, efectivamente, había sido militante de Fuerza Nueva. Lo acompañó hasta Gandesa, pero no participó en el acto, según el propio Bosch.
Otra de las acusaciones es que el presidente de Societat Civil Catalana había colgado en su página de Facebook un comentario alabando a Blas Piñar el día de su fallecimiento, cosa que negó el propio Bosch. «Nadie puede ser juzgado por la familia que tiene», clamó el vicepresidente de la asociación, Joaquim Coll.
El hecho es que los partidos soberanistas, también ICV, que se ha mostrado como el partido más animoso en contra de Societat Civil Catalana –aunque discrepa de la hoja de ruta de los independentistas– han decidido poner contra las cuerdas a la entidad.
Conta las estelades en espacios públicos
Societat Civil Catalana, en todo caso, que busca la transversalidad de los catalanes que están en contra del proceso independentista, –con asociados del PP, Ciutadans, del PSC, pero también de Unió– mantiene su proyecto.
Y ha anunciado que denunciará ante la Junta Electoral la posible proliferación de estelades en espacios municipales públicos coincidiendo con las elecciones municipales.