Hasta Feijóo avala a la nueva ministra de Economía
El presidente de la Xunta reconoce su alegría por el nombramiento de Nadia Calviño, aunque considera que hay otros ministros más “discutibles”
La coruñesa Nadia Calviño está siendo uno de los nombramientos de Pedro Sánchez que más consenso suscita entre el resto de partidos, sobre todo, cuando uno mira al lado derecho del tablero. La alta cualificación de la nueva ministra de Economía, procedente de la Dirección de Presupuesto de la Comisión Europea, y el alineamiento con los postulados comunitarios que se le supone, bastaron para que Ana Botín celebrara el nombramiento a través de sus redes sociales.
Ahora es el presidente de la Xunta, uno de los mejor posicionados para tomar el relevo de Mariano Rajoy en el PP, quien muestra su alegría por la elección de Pedro Sánchez. Feijóo, que valoraba el nuevo Gobierno ante los medios de comunicación, mencionó expresamente a Calviño para reconocer que la conoce y le «alegra» su designación. «Pinta bien ese nombramiento«, zanjó tras la reunión del Consello da Xunta.
Los compromisos con Galicia
Sí que matizó el líder de los populares gallegos que hay otros ministros más “discutibles”. En este sentido, señaló que algunos tienen “un perfil adecuado” y otros son “más discutibles», aunque reiteró su respeto “personal y político” hacia el nuevo gabinete a la espera de ver qué hacen.
El presidente de la Xunta restó importancia a que no haya otros ministros ligados al PSOE gallego con los que se había «especulado», como Pilar Cancela. Entiende Feijóo que lo importante es ver cómo desarrollan sus políticas. “Hay que ver si esos ministros tienen en su agenda los compromisos en marcha en Galicia, que son muchos y afectan a todos los ministerios», concretó.
El punto débil del Ejecutivo
Feijóo insistió en que «el problema» del nuevo Gobierno no es tanto quiénes conforman el Consejo de Ministros sino «quiénes van a gobernar, con qué apoyos y con qué contradicciones se van a encontrar».
Desde su punto de vista, el nuevo Ejecutivo «no tiene capacidad de aprobar nada» que «suba» de un real decreto. «Necesitará el voto o la abstención del independentismo catalán, algo que no había ocurrido nunca para los asuntos básicos. A partir de ahí, lo importante no es la composición del Consejo, sino como puede funcionar», concluyó.