Guerra PP-PSOE por los 700 millones: “si hay víctima, hay verdugo”
La diputada del PPdeG, Paula Prado, acusa a Sánchez de "poner una cortina de humo" después de "gastarse todo" en los 'viernes sociales'
La guerra entre el PP y el PSOE se recrudece a apenas un mes de que se cierre el plazo para investir a un nuevo presidente del Gobierno. La deuda de 700 millones de euros que el Gobierno central mantiene con Galicia por las entregas a cuenta han disparado la tensión.
La diputada del PPdeG en el Parlamento de Galicia, Paula Prado, ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de cometer un “ultraje” y una “asfixia económica” que, a su juicio, están sufriendo “todos los gallegos” por la retención de los 700 millones de euros necesarios «para seguir manteniendo unos servicios públicos de calidad» en la comunidad.
Prado ha respondido así a las declaraciones de la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, que esta mañana aseguró que el Gobierno no ha realizado pagos por la imposibilidad de llevarlos a cabo estando en funciones al tiempo que arremetía contra los partidos de la oposición. “No se puede soplar y sorber al mismo tiempo, aquellos que tumbaron el Presupuesto no pueden venir ahora a pedir cuentas de las consecuencias de esa decisión”.
“Absolutamente falso”
Paula Prado ha tachado de “absolutamente falso» que un gobierno en funciones no pueda ejecutar la devolución de estas cuantías y ha arremetido contra la ministra de Hacienda en funciones por mencionar el “victimismo” de los populares gallegos en relación a este tema.
“Si hay una víctima, también hay un verdugo”, ha sentenciado Prado, que ha recalcado que “las víctimas son todos los gallegos que están sufriendo este ultraje”, ha defendido antes de advertir que estos 700 millones de euros son partidas que le pertenecen a Galicia, tanto por devolución de entregas a cuenta, IRPF, IVA y casi 200 millones por ser una comunidad cumplidora.
La diputada autonómica por el PPdeG ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de “poner una cortina de humo” como excusa después de “gastarse todo” en los llamados viernes sociales.
