Gran parte de la hostelería seguirá cerrada por la nula rentabilidad de las terrazas
“No es un alivio, el que abra será por razones de máxima necesidad”, dicen los hosteleros de A Coruña; en Santiago ven un trato desigual respecto al comercio y las grandes superficies
Después de un mes con la persiana bajada, la gran mayoría del sector hostelero podrá abrir el próximo viernes. La Xunta dará luz verde al uso de las terrazas de los establecimientos al 50% del aforo en las áreas sanitarias de Ferrol, A Coruña y Pontevedra, que concentran el 43% de la población. En las áreas de Lugo, Ourense, Santiago y Vigo podrá funcionar también el interior de los locales, a un 30% de capacidad.
Sin embargo, las nuevas medidas anunciadas por Alberto Núñez Feijóo tras la mejora de la situación epidemiológica no provocarán una apertura masiva de la hostelería. Muchos establecimientos de A Coruña, Ferrol y Pontevedra continuarán cerrados. No solo aquellos que carecen de terraza o la tienen pero con escasas plazas, sino también por no considerar rentable operar al 50% de capacidad y con un clima desfavorable por el frío y la lluvia.
“No supone ningún alivio. No es lo que necesitamos. Necesitamos que se puedan abrir los interiores y levantar las restricciones. Llevamos un mes cerrados y la gente necesita trabajar, necesita pagar las facturas o la hipoteca. En la mayoría de los casos los establecimientos no van a abrir y el que lo hace es por extrema necesidad”, explica Héctor Cañete, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña.
Ayudas insuficientes
Los niveles que ha establecido la Xunta hacen casi imposible que A Coruña o Ferrol rebajen la incidencia del coronavirus a menos de 250 casos esta semana, barrera a partir de la cual podrían utilizar el interior de los locales. Tampoco será sencillo de cara a la próxima semana, pues prácticamente tienen que reducir a la mitad la tasa de incidencia al situarse próxima a los 500 casos. El área de Pontevedra es la única que está cerca de este objetivo, al rondar los 320 casos por cada 100.000 habitantes.
Al problema de las fuerte limitaciones a la actividad hostelera se suma la insuficiencia de las ayudas. Cañete critica sobre todo el criterio de la caída de un 45% de la facturación para tener acceso a los fondos del rescate de la Xunta. “Necesitan que sea una bajada del 45% como mínimo, cuando todos hemos estado cerrados el 33% del tiempo. Hay establecimientos que, teniendo caídas brutales de facturación, se quedan fuera de las ayudas cuando todos hemos estado cerrados. Las ayudas tienen que llegar a todos, sin excepción”, manifestó.
Tampoco en las áreas donde se podrá abrir el interior de los locales están celebrando las medidas. Lois Lopes, de la Asociación Hostelería Compostela, considera que el levantamiento de restricciones es “muy pequeño” si se compara, por ejemplo, con las que afectan al comercio o a los centros comerciales. También recuerda que al aplicarse el viernes, en la práctica, “come una semana más”, y lamenta que la clausura de establecimientos se decida con mayor celeridad que la apertura, con lo que supone de pérdidas, por ejemplo, en el aprovisionamiento de mercancía.
“Un año después, todavía no tenemos un método para convivir con esta situación”, reflexiona el hostelero, quien critica al presidente de la Xunta por “criminalizar una vez más” al sector con palabras “desafortunadas”. Lopes considera que no es de recibo que Feijóo equipare las ayudas a actividades económicas, que no son exclusivas para la hostelería, con lo que costaría construir un hospital comarcal, como hizo el dirigente autonómico este lunes durante su comparecencia.