Galicia y Portugal ponen números a la Alta Velocidad entre Lisboa y Ferrol: 7.100 millones de inversión
El Gobierno luso estima que solo la conexión entre Oporto y Lisboa le costará 4.500 millones, más del doble de lo que necesitaría España para unir Vigo con la frontera y renovar la línea entre A Coruña y Ferrol
La vertebración del eje atlántico de Alta Velocidad es una actuación prioritaria para el Gobierno portugués. El plan de inversiones diseñado por el Ejecutivo de António Costa para la próxima década tiene su «espina dorsal» en el corredor ferroviario que conecta Lisboa y Oporto y se extiende por el norte hasta Valença do Minho, en la frontera con Galicia. En esa línea se concentra la mayor parte de la población lusa, además de algunos de los puertos y aeropuertos más importantes de la fachada atlántica.
La determinación del país vecino está a la espera de un compromiso equivalente por parte del Ejecutivo español. El presidente gallego, Alfonso Rueda, alertó el pasado jueves de que las actuaciones para conectar Vigo con la frontera llevan tres años de retraso respecto al avance de Portugal, basándose en un estudio sobre la conexión ferroviaria del Eje Atlántico que analizó el Consello da Xunta el pasado jueves. El Gobierno de Pedro Sánchez, por su parte, se comprometió hace tiempo a concluir las obras de manera simultánea con Portugal o incluso antes. Tiene a favor la mayor experiencia en la construcción de líneas de alta velocidad y el menor kilometraje, ya que bastaría con la conexión entre Vigo y la frontera portuguesa, además de la renovación de la línea entre A Coruña y Ferrol.
Por el momento, el plazo más inmediato es el que fijó el Ministerio de Infraestructuras luso en su Plano Ferroviário Nacional (PFN), donde prevé tener la mayor parte del Eje Atlántico concluido en 2030. Este plan de inversiones y el informe de la Xunta sobre la conexión de Alta Velocidad entre Vigo y Oporto permiten también desglosar el presupuesto necesario para culminar casi toda la infraestructura ferroviaria, según las estimaciones que manejan ambas administraciones.
Los 5.400 millones que invertirá Portugal
La vertebración del eje atlántico entre Lisboa y Ferrol requeriría una inversión de 7.100 millones. Con esta partida se realizarían la mayor parte de las obras, que deberían estar concluidas en torno a 2030. Quedarían pendientes dos tramos en suelo portugués, entre Oporto y Braga y entre Lisboa y Carregado, que están previstos para después de ese año.
Al Gobierno español le corresponderían unos 1.700 millones, mientras que el portugués deberá movilizar 5.400. Esto es debido a que la conexión entre las dos principales ciudades portuguesas, Lisboa y Oporto, requiere de una inversión de 4.500 millones, según la previsión recogida en el Programa Nacional de Investimentos 2030 del Gobierno luso. En cambio, Vigo y A Coruña ya están conectadas.
La línea más costosa comenzaría a construirse en 2024 para enlazar Oporto y Soure, al sur de Coimbra, y concluiría con el tramo entre Lisboa y Carregado, apenas 38 kilómetros, que prolongarán las actuaciones más allá de 2030. En el norte, el Gobierno portugués destinará 900 millones a unir Braga con Valença do Minho y a la conexión entre Oporto y el aeropuerto de Sá Carneiro. Estas dos actuaciones, que estarían concluidas en 2030, se completarían en años posteriores con un último tramo de 53 kilómetros entre Sá Carneiro y Braga.
Las obras pendientes en Galicia
El informe que analizó el Consello da Xunta el pasado jueves prevé dos actuaciones diferenciadas. Por un lado, indica que «para conseguir concluir el Eje Atlántico con una red ferroviaria del siglo XXI es necesario modernizar la conexión entre A Coruña y Ferrol». Ese tramo de 68 kilómetros requeriría una inversión próxima a los 1.000 millones de euros.
El enlace con la frontera portuguesa sería menos costoso. La construcción de la salida sur de Vigo hasta O Porriño, 15,5 kilómetros, prevé una inversión de 496 millones. La Xunta calcula que serán necesarios otros 200 millones para el nuevo trazado entre O Porriño y la frontera con Portugal.
La salida sur de Vigo ya estaba contemplada en los proyectos originales del Eje Atlántico y se sometió a información pública en 2007. La Xunta y la Autoridad Portuaria de Vigo habían propuesto un ramal adicional que permitiese conectar la terminal marítima de Bouzas.
El Gobierno gallego cree que ni las obras en Vigo ni las conexión con Portugal desde O Porriño podrán estar concluidas antes de 2030, y las demora hasta 2033 en caso de que el Ejecutivo central acelere las actuaciones a partir de 2023.
