Galicia vende isla (con pazo opcional) por 4 millones
Un particular busca comprador para la isla de San Vicente, en la ría Ortigueira, y ofrece también el cercano Pazo de Brandariz por 2,5 millones de euros adicionales
La isla de San Vicente, situada en la ría de Ortigueira, está a la venta por un precio de cuatro millones de euros. Un particular vende este islote de propiedad privada situado en una zona protegida por su valor ambiental y ofrece además la posibilidad de redondear la operación adquiriendo el cercano Pazo de Brandariz por 2,5 millones de euros más. La inmobiliaria asegura que ya ha recibido llamadas de potenciales compradores españoles y extranjeros interesados en hacerse con esta isla de las Rías Altas gallegas pero por el momento no ha cuajado ninguna compraventa.
«Magnífica isla de forma ovalada con playas de suaves pendientes y bellos acantilados» es el reclamo con el que se describe la exclusiva propiedad inmobiliaria en la ficha que se expone a través de la web aldeasabandonadas.com, especializada en propiedades singulares. Por deseo expreso del dueño actual, la agencia mantiene la discreción sobre esta propiedad limitándose a indicar que está en la provincia de A Coruña, pero las descripciones y fotos publicadas permiten identificar con claridad la isla y el pazo ubicado en Santa Marta de Ortigueira.
Valor ambiental e histórico
En la descripción de la inmobiliaria se detalla que la isla cuenta con 57.088 metros cuadrados en los que hay zona de pastos, arbustivos y un bosque de eucaliptos y pinos y también «ruinas de una casa de labor, cuadras y antiguos restos de murallas datadas de la época de los Templarios». La isla de San Vicente acogió un monasterio en la Edad Media, como recoge la información del Ayuntamiento de Ortigueira. En marea baja, es posible llegar caminando a la isla desde el arenal de Morouzos «con precaución», recomienda Turgalicia. Integrada en la ría de Ortigueira y Ladrido, la isla forma parte de una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y un Lugar de Interés Comunitario (LIC) que obligan a preservarla.
Por su parte, el Pazo de Brandariz es del siglo XV y pertenece a los actuales propietarios desde 1548. Guardado por un recinto amurallado, la parcela de casi 7.500 metros cuadrados tiene forma diagonal, con «magníficos jardines que acompañan al edificio», destaca la agencia. Como todo pazo que se precie tiene capilla y también un almacén y un pozo labrado que se suman al edificio de dos plantas con seis habitaciones y tres baños 869 metros cuadrados construidos. Quien lo compre podrá perderse por sus laberinto de arbustos de boj recortados y sus parterres de flores variadas y arboleda o respirar la brisa marina en la zona que tiene amplias vistas a la ría en la que está la isla.
Un «capricho» con altos gastos de mantenimiento
Desde la inmobiliaria que gestiona su venta, indican que los gastos de mantenimiento de la isla son «muy costosos», teniendo en cuenta el IBI y el coste de los suministros: gestión de aguas, alumbrado, recogida de basuras… con todo lo que conlleva que el territorio esté rodeado por el mar. Sobre el perfil potencial del comprado auguran que será una persona «adinerada» que busque «un capricho» y que prime la exclusividad. Desde este verano, momento en el que la isla se puso a la venta, han recibido llamadas «de interesados y de curiosos» pero por el momento no hay comprador a la vista.
Aldeasabandonadas.com tiene a la venta otras islas, pero la de San Vicente es la única en territorio gallego. En los más de diez años que llevan de actividad, reconoce que hasta el momento nunca han cerrado la venta de una isla por lo «compleja» que es la gestión, por las limitaciones y su coste. No se puede construir y cualquier actuación debe reducirse a lo que permitan todas las normas que protegen su riqueza ambiental, pero el hecho de ser dueño de una isla compensa para algunos privilegiados. Desde luego es algo exclusivo, ya que la mayoría de islas e islotes son de titularidad pública y parte de las pocas que de titularidad privada han ido pasado a manos públicas, como la isla de San Simón en la ría de Vigo. Al norte, la de San Vicente a día de hoy se vende como una propiedad más, como un carísimo regalo de Reyes.