Galicia inicia una desescalada a medio gas con 19.000 bares a la espera de la reapertura

Con la hostelería asfixiada tras un mes de cierre, la Xunta enfría las perspectivas de una desescalada de la tercera ola del Covid. El 35% de la población de Galicia aún está en zonas de riesgo extremo

Hosteleros exigen un plan de rescate ante el cierre del sector en Galicia. EFE/ Lavandeira Jr

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Lunes clave para el sector de la hostelería. El comité clínico que asesora a la Xunta desde la irrupción de la pandemia se reúne, de nuevo, a las 10 de la mañana. Está previsto que de esa cita salgan una serie de medidas de alivio para la población en general y el sector de la restauración en particular, que lleva un mes con la persiana bajada en toda la comunidad, con el objetivo de reducir la tercera ola del coronavirus. A pesar de que la pasada semana, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, indicó que la intención era “reabrir” la hostelería en buena parte de Galicia, las declaraciones realizadas en los últimos días tanto por cargos del Sergas como por conselleiros (el último, el vicepresidente Alfonso Rueda) han enfriado las expectativas. Fuentes consultadas por este medio sostienen que, a la espera de la decisión que se adopte en el comité clínico, todo hace indicar que el grueso de las medidas de desescalada se aplicarán ya entrado el mes de marzo.

Poco ha trascendido por el momento de en qué términos podría moverse el ‘alivio’ de restricciones para el sector hostelero. Lo que sí parece claro es que, como en anteriores olas, la reapertura de los negocios será gradual y no homogénea en todo el territorio. Estos días, el sector de la hostelería en A Coruña descartaba que, al menos en la ciudad y en su área metropolitana, vayan a producirse grandes cambios de inmediato. Y es que, de las siete ciudades gallegas, las que acumulan la mayor parte de la población de la comunidad, dos presentan tasas de incidencia acumuladas del virus que aún están muy lejos de rebajar el umbral de los 250 contagios por cada 100.000 habitantes. Por encima de esa cifra, las autoridades sanitarias entienden que un territorio está en niveles de “riesgo extremo” por Covid.

Contagios en las ciudades

A Coruña presenta una incidencia acumulada a 14 días de 405 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en Ferrol se calculan unos 384 casos por 100.000 habitantes. De las grandes ciudades, Pontevedra ha sido la última en abandonar la zona de peligro: lo hizo este domingo cuando, según los datos facilitados por el Sergas, su incidencia a 14 días bajó hasta los 224 casos.

También hay que tener en cuenta que aunque el ritmo de contagios está bajando en Galicia de manera notable (entre el sábado y el domingo la comunidad redujo en casi 700 sus casos activos de Covid), con el mapa en la mano, la comunidad aún suma casi un centenar de ayuntamientos en situación de “riesgo extremo”, teniendo el cuenta el número de contagios y su población.

Un 35% de la población en zonas de riesgo

Al margen de las ciudades de A Coruña y Ferrol, en la provincia coruñesa hay 44 ayuntamientos más en situación de máximo riesgo, entre los que se encuentran localidades de las áreas metropolitanas de ambas urbes. Arteixo, Culleredo, Oleiros, Sada, Cambre o Betanzos presentan color rojo en el mapa epidemiológico gallego, igual que Narón, Neda, Ares o As Pontes. Los cerca de cincuenta ayuntamientos de la provincia de A Coruña y cuya tasa de incidencia aún sobrepasa los 250 contagios por cada 100.000 habitantes suman una población de más de 670.000 personas.

En Pontevedra son 21 los ayuntamientos en situación de riesgo extremo. Si bien las dos grandes ciudades de la provincia han abandonado esa tasa, continúan con altos niveles aún de incidencia acumulada municipios como Silleda, Vilagarcía, O Porriño, Redondela o Mos. La población de esta veintena de concellos llega a las 214.000 personas.

En la provincia ourensana, el virus aún presenta altas cotas de incidencia en 22 municipios. La menor población de estos hace que, en conjunto, sean menos de 50.000 las personas que viven en zonas calificadas aún de máximo riesgo. En Lugo, los diez concellos con riesgo extremo por contagio suman unos 40.000 vecinos.

Atendiendo a estos datos, el 35% de la población gallega estaría en zonas de alto peligro por contagio este lunes, cuando se empezarán a barajar medidas de desescalada.

La clave de la presión hospitalaria

El hecho de que la presión hospitalaria, aunque a la baja, siga siendo elevada en la comunidad —hay 735 ingresados con Covid-19, de los que 155 están en UCI— y que estas cifras superen a las de la segunda ola es otro de los factores que invitan a pensar que las medidas de desescalada que se anunciarán esta jornada serán tibias.

Además, todavía se debe acabar de perfilar el operativo que, se pretende, pongan en marcha Xunta de Galicia, ayuntamientos y fuerzas del Estado para poder establecer unos controles más rigurosos de los aforos en el sector de la hostelería.

Un sector asfixiado

En una entrevista concedida este domingo a la Radio Galega, el vicepresidente Alfonso Rueda matizó, en cuanto a las perspectivas de levantamiento de restricciones de la hostelería que, “lo razonable”, es “ir abriendo poco a poco” para no dar “pasos atrás”.

Las medidas tardan en llegar para los establecimientos hosteleros de Galicia, ahogados por los cierres. El anuario de Hostelería de España de 2018 calculaba que en la comunidad gallega hay casi 19.000 locales de restauración. Para hacerse una idea clara del golpe económico que ha supuesto el Covid dos datos son claves. Uno, que el año anterior a la pandemia, la hostelería en Galicia facturó algo más de 5.000 millones de euros. Dos: solo entre enero y septiembre de 2020, el sector perdió el 45,7% de su negocio, lo que equivaldría a unos 2.300 millones de euros.

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