Galicia, en modo precampaña: del lío de En Marea a los deberes del PP
Los de Núñez Feijóo tienen la obligación de recuperar el poder municipal perdido, con la incógnita del apoyo de Ciudadanos y la irrupción de Vox
Galicia está ya en modo precampaña. Los principales partidos cierran el año y arrancarán en 2019 con el foco puesto en las elecciones municipales y europeas del próximo 26 de mayo, aunque avanzan a distinto ritmo en la preparación de los comicios, con situaciones internas también dispares. El caso más llamativo es el de En Marea, anclada en un conflicto interno avivado por unas polémicas primarias.
El PP, por el contrario, pasa de la placidez de San Caetano a las aspiraciones por arrebatar la alcaldía de alguna gran ciudad a la que solamente podrá acceder con mayoría absoluta o con el apoyo de Ciudadanos, toda una incógnita.
El PPdeG cierra un ejercicio marcado por la decisión de su líder, Alberto Núñez Feijóo, de no pugnar por el liderazgo de su partido en España tras la salida de Mariano Rajoy.
Y después de la ‘revolución’ que vivió el PPdeG pendiente de su decisión (algunos incluso vieron en Ourense movimientos entre bambalinas encaminados a posicionarse ante un eventual relevo), las aguas populares vuelven a discurrir tranquilas.
Las bazas del PP
Feijóo ni siquiera cierra la puerta a optar a un cuarto mandato en Galicia y la orden es centrar todos los esfuerzos en los comicios de mayo, con el debate sucesorio en el plano autonómico aplazado ‘sine die’.
Los candidatos a las ciudades ya han sido ratificados y las cuatro direcciones provinciales trabajan para cerrar el resto de cabezas de cartel.
El secretario general del PPdeG, Miguel Tellado, ha reivindicado que su partido es «el único que está en disposición de presentarse en los 313 ayuntamientos gallegos» y ha afirmado que «sale a ganar» en todos ellos.
Es consciente de que con el próximo periodo de sesiones el clima preelectoral será intenso, pero tampoco augura grandes cambios. «Lo único en lo que se notará en la vida del Parlamento es en la relación que mantengan los partidos de izquierda entre ellos para diferenciarse», ha indicado, antes de apuntar que las «mayores incógnitas» residen en si el líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, deja de «tener miedo al Parlamento» y «cuánto tiempo tarda en implosionar» el grupo de En Marea.
Ciudadanos como palanca
Los objetivos electorales del PP podrían verse condicionados por los resultados que obtenga Ciudadanos (Cs), a quienes algunas voces ven como una amenaza por la fragmentación del voto y otras lo sitúan como posible ‘bastón’ o socio de un partido, tradicionalmente, con limitadas opciones para pactar más allá de formaciones independientes en muchos casos integradas por escindidos de sus propias filas.
El partido naranja no se sitúa aún en esta clave y su secretario de Organización autonómico, Laureano Bermejo, ha ratificado que las expectativas son «elevadas» ante las municipales.
Los cabezas de cartel serán presentados en enero, pero ya están «perfilados». Además, aunque no avanza en cuántos ayuntamientos presentará lista la formación, sí constata un interés creciente en cada vez más localidades.
La incógnita de Vox, que da pasos para dotarse de infraestructura en varias comunidades, entre ellas Galicia, después de su irrupción con las andaluzas, también está sobre la mesa. Mientras, el PPdeG da por hecho que no tendrá «hueco» y Cs señala que, «al igual que otros partidos populistas como Podemos, tan pronto suben como bajan». Enfrente, Bermejo sitúa al partido naranja, que en cada elección «se refuerza y sube».
Las mareas, a su ritmo
Las mareas municipalistas encaran un horizonte incierto a cinco meses de una cita con las urnas en las que aspiran a retener los gobiernos de Santiago, Ferrol y A Coruña obtenidos en 2015, año en el que irrumpieron en la política gallega antes de la conformación de En Marea como proyecto a nivel autonómico.
No obstante, la división interna que marca el día a día del espacio político, avivada con las recientes primarias a la dirección de En Marea en las que las mareas más representativas apoyaron la candidatura derrotada por la lista de Luís Villares, abre un panorama de incertidumbre con la hipotética ruptura de En Marea sobre la mesa. El enfrentamiento se volvió a escenificar en la constitución del nuevo Consello das Mareas, a la que no acudieron los críticos.
Lío en el peor momento
El portavoz del partido instrumental, Luís Villares, reitera que tiene «la mano tendida sin condiciones» a los ‘alcaldes del cambio’ (Martiño Noriega, Xulio Ferreiro y Jorge Suárez), quienes marcan ahora distancia con el proyecto gallego y dicen querer centrarse en el trabajo local tras su frustrado intento de hacerse con la dirección del partido instrumental.
Villares remarca que las elecciones de mayo supondrán «un salto cualitativo y cuantitativo» para el espacio de En Marea que, según el portavoz, presentará candidaturas «en 150 municipios», lo que supondrá «una cobertura del 80% del territorio gallego».
El magistrado lucense, que sostiene que En Marea sale «reforzada» del convulso proceso de primarias por el que ha renovado el liderazgo, asevera que los alcaldes, en ciudades y en los municipios más pequeños, «tendrán total respaldo y confianza» por parte de la dirección del partido instrumental, que ofrece apoyo logístico y servir como «marca paraguas» para aumentar el peso en las diputaciones provinciales.
Cierre de filas en el BNG
En contraposición, la paz interna caracteriza el tiempo político en el BNG, cuyo secretario de Organización, Bieito Lobeira, ha destacado que no solo tiene la impresión de que la formación «lleva la batuta política» de las iniciativas en el Parlamento, sino que está «en mucha mejor situación que en 2015».
«Vamos a presentar más candidaturas que en 2015», ha remarcado Lobeira, quien reivindica que la «experiencia» de gobierno del Bloque, con sus aspirantes en las urbes ya ratificados, no solo se extiende en distintos ámbitos (tanto en ciudades como Pontevedra como localidades de menor tamaño como Allariz), sino que es «reconocida dentro y fuera del país».
En este contexto, ha asegurado que las expectativas con las que afrontan los comicios de las municipales son «positivas». «Somos optimistas, vamos a reforzar concejales y alcaldes», ha augurado.
La prueba de fuego del PSdG
Los socialistas gallegos, que acordaron que repiten los alcaldes de los municipios en los que gobiernan, ya han elegido a sus candidatos en las siete ciudades en un proceso de primarias que culminó el pasado mes de noviembre. En el resto de los lugares, el plazo establecido para designar aspirantes empezará en enero y culminará en el mes de marzo.
Con todo, en algunos municipios, la dirección ha permitido adelantar los plazos en función de la estrategia electoral de cada ayuntamiento mientras que, en otros, en cambio, se ha pospuesto.
El secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, ha manifestado que la formación «está mucho mejor que hace un año», tanto en España como en Galicia. «Está volcada en las municipales y en buenas condiciones para mejorar los resultados», ha apuntado.
De este modo, tras incidir en que «toda la estructura territorial del partido está centrada en clave de elecciones municipales», ha destacado que el reto que se marcan es «asentar las alcaldías y diputaciones» y «avanzar en aquellos lugares» en los que el PSOE no gobierna.
La amenaza de «Pachi» Vázquez
Los socialistas tendrán que afrontar algunos conflictos en pequeños municipios de Ourense como Maceda, en el que la designación de un candidato que fuera alcalde por el BNG, Xabier Oviedo, ha provocado un conflicto interno en el que militantes acusan a la dirección provincial de «imponer» candidatos.
Esta situación coincidió en el tiempo con la baja del partido del que fuera secretario xeral del PSdeG entre 2009 y 2013, Manuel ‘Pachi’ Vázquez, quien denunció «purgas» de la dirección provincial y autonómica. Afines al exsecretario xeral ven «probable» presentar listas fuera del PSOE en más de una veintena de municipios de Ourense.