Galicia escala posiciones: tercera comunidad más contaminante
El sector industrial gallego es el tercero que más emisiones registra y el que menos las redujo en la última década, según el Observatorio de la Sostenibilidad
Galicia tiene menos de la mitad de habitantes que Cataluña, pero la contaminación de sus empresas les sitúa en la misma posición. Según el informe de emisiones de gases de efecto invernadero de grandes empresas en 2016 elaborado por el Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), Galicia sube un puesto respecto al año anterior y se coloca ya como la tercera comunidad con más emisiones del sector fijo, por detrás de Andalucía y Asturias.
En concreto, las grandes empresas asentadas en Galicia emitieron 14,1 millones de toneladas lo que representa el 11% del total. Andalucía, con 22 millones (18%), encabeza el listado, seguida de Asturias, con 17 millones de toneladas emitidas (14%). Como destaca la OSE, las mayores tasas de emisión se registran en los territorios donde se instalan las grandes centrales de carbón –salvo Cataluña– y donde hay un importante sector industrial y refinero.
Las grandes empresas asentadas en Galicia emitieron 14,1 millones de toneladas en 2016, el 11% del total
De hecho Endesa, propietaria de la central térmica de As Pontes, es la responsable del 23% de las emisiones del sector industrial y energético, a lo que contribuye notablemente su planta coruñesa. Gas Natural Fenosa (9,4%), que cuenta con la térmica de Meirama, y Repsol (8,7%), con refinería en A Coruña, completan la terna de empresas más contaminantes de España.
La que menos se ha esforzado
Otro dato que saca los colores a Galicia es el de la evolución de las emisiones en la última década, período en el que se sitúa como la comunidad que menos las ha recortado, apenas un 14%, mientras que otras como Madrid o La Rioja superan el 70%.
El informe también advierte de que las emisiones del sector industrial y energético pasaron del 40% en 2015 al 37,6 en 2016 por la menor utilización del carbón y de sectores basados en energías fósiles, una tendencia que, a la vista de los datos adelantados del año 2017, se invertirá este año por efecto de la sequía, que obliga a las térmicas a funcionar más horas.