Galicia, Andalucía y Valencia piden gestionar el ingreso mínimo vital
Alberto Núñez Feijóo, Juan Manuel Moreno y XImo Puig se rebelan contra el Gobierno y piden asumir la competencia al igual que País Vasco y Navarra
Galicia, Andalucía y la Comunidad Valenciana encabezan un frente para reclamar al Gobierno central la gestión del ingreso mínimo vital. Las tres autonomías dan el paso para pedir el traspaso de esta competencia, que el Ejecutivo central ya ha cedido a País Vasco y Navarra tras el acuerdo con el PNV.
Alberto Núñez Feijóo, el también popular Juan Manuel Moreno Bonilla y el socialista Ximo Puig han planteado esta opción durante la videoconferencia que el jefe del Ejecutivo esta mañana con los presidentes autonómicos. En este sentido, el presidente de la Xunta ha reivindicado el traspaso del ingreso mínimo vital tras recordar a Pedro Sánchez que Galicia cuenta desde hace casi 30 años con la renta de inclusión social (Risga), por lo que ha insistido en que sean las autonomías las que gestionen el recién aprobado Ingreso Mínimo Vital.
“¿Por qué las demás no?”
También el presidente de la Junta de Andalucía se ha referido al ingreso mínimo vital para dejar claro que no cuestiona su necesidad, aunque sí ha mostrado a Sánchez la «sorpresa» al escuchar al ministro Escrivá afirmar que sólo dos comunidades autónomas (País Vasco y Navarra) están capacitadas para gestionarlo.
Según Europa Press, Moreno Bonilla ha calificado de «un tanto imprudente» el argumento del presidente del Gobierno de que esas dos comunidades sí lo pueden gestionar porque saben hacerlo. «¿Las demás no?», ha planteado Juanma Moreno.
En el caso de la Comunitat Valenciana, la Generalitat lleva toda la semana realizando la petición. De hecho, la vicepresidenta del Consell y consejera de Igualdad y Politicas Inclusivas, Mónica Oltra, llegó a formular la petición en euskera al Gobierno central, en una rueda de prensa posterior al pleno del Gobierno valenciano. «Nahitaezko gutxieneko diru sarrera kudeatu nahi dugu; queremos gestionar el ingreso mínimo vital», manifesó la vicepresidenta valenciana «en un precario euskera».