Feijóo, una semana después del triunfo de Ayuso: “Madrid no es España”
El presidente de la Xunta se proclama en Oporto “firme defensor de la descentralización desde la responsabilidad” y asegura que “cuando todo se decide desde la capital” hay “zonas de sombra”
Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de la Cámara Municipal de Oporto, Rui Moreira, han protagonizado este lunes un alegato a favor de la «descentralización” en el marco de la segunda edición de Diálogos Gallaecia, celebrada en la ciudad lusa. Ambos han insistido, asimismo, en la necesidad de priorizar las conexiones ferroviarias de la fachada atlántica y en la necesidad de aprovechar para ello los fondos europeos.
En concreto, el presidente de la Xunta ha abogado por que los Gobiernos de España y Portugal prioricen dentro de los fondos europeos las conexiones ferroviarias de la fachada atlántica, claves, ha remarcado, para la competitividad de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal.
La relación con Portugal
En su intervención, ha aludido a la oportunidad que supone el Corredor Atlántico ferroviario para reforzar la capacidad logística del córner del noroeste peninsular, con las conexiones ferroviarias a Punta Langosteira, «ya encaminada», y la salida sur de Vigo, cuyo estudio para valorar las distintas alternativas acaba de ser licitado por el Ministerio de Transportes.
Asimismo, ha celebrado también la confirmación del Ejecutivo portugués de priorizar la conexión entre Vigo y Oporto, una infraestructura estratégica que catapultaría la vertebración a ambos lados de la frontera, al acortar el tiempo de viaje de los 144 minutos actuales a cerca de una hora; y creando, además, un eje continuo desde Lisboa hasta A Coruña.
El proyecto europeo
A lo largo de su intervención, el titular de la Xunta ha afirmado que Galicia seguirá apostando por la Eurorregión y, consecuentemente, por la cooperación entre ambos territorios, dando continuidad a un trabajo que siempre dio buenos resultados.
Ante movimientos antieuropeístas, Feijóo ha defendido, asimismo, la importancia de seguir apuntalando la Unión Europea y su proyecto, «de seguir apuntalando el mayor espacio de bienestar y libertad del mundo que sigue siendo».
Alegato descentralizador
Pero de la mano de los argumentos a favor de la cooperación entre el Norte de Portugal y Galicia -tanto Feijóo como Rui Moreira han coincidido en que trabajar conjuntamente incrementa las opciones de «competitividad» de ambos territorios y favorece el logro de proyectos comunes ligados a fondos europeos-, ambos dirigentes han incidido también en las consecuencias de la centralización en España y Portugal.
Y es que en el debate, que ha durado unas dos horas, Moreira ha incidido, por ejemplo, en la preocupación por que se «centralicen» los recursos europeos ligados al plan de rescate por la pandemia, toda vez que Lisboa, la capital lusa, no tiene acceso a otros fondos de la UE por no ser región de convergencia. Así, ha considerado «obvio» que se usará el plan como «financiación» para la región de la capital.
Responsabilidad
Feijóo ha reivindicado la gestión de la «nacionalidad histórica» gallega como ejemplo de «solvencia» y de lealtad con el Estado. «No hemos causado ningún problema de gobernabilidad ni tampoco a la actividad económica», ha recalcado, en contraposición con Cataluña, antes de enfatizar que «descentralización no tiene que conllevar el incremento de gasto».
De hecho, el dirigente gallego se ha erigido en «firme defensor de la descentralización desde la responsabilidad» y cuando no conlleva «una borrachera de gasto». El lema, a su modo de ver, tiene que ser «usted tiene más poder político pero más responsabilidad económica».
También ha incidido en que «cuando todo se decide desde la capital» hay «zonas de sombra» y no siempre se adoptan decisiones tan certeras como en la proximidad. A modo de ejemplo, ha rememorado su gestión al frente del Insalud. Mientras, Moreira ha coincidido en que hay cuestiones que «por proximidad» se entienden mejor, convencido de que «la autonomía de Galicia es buena para España» y de que «bien administrada cuesta menos dinero». «La recentralización es un peligro que puede destruir al país», ha apostillado.
«Madrid no es España»
Preguntado en clave de interés mediático y la visibilidad regional, Feijóo ha incidido en el peso que tiene en España lo que suceda en Madrid, y ha ejemplificado con lo sucedido en las recientes elecciones madrileñas. Al respecto, ha recordado que, antes de que sucediese en Madrid, en las gallegas de julio (revalidó por cuarta vez su mayoría absoluta) Podemos salió del Parlamento autonómico, mientras Vox y Cs quedaron fuera.
Sin embargo, ha remarcado que da la impresión de que «el protagonismo» llega cuando algo sucede en Madrid y no antes. Y también aquí ha recordado su gestión en el Insalud y cómo, según su experiencia, la repercusión del mismo hecho podría adquirir una dimensión mucho mayor si se producía en Madrid.
Así las cosas y pese a reconocer su importancia y dimensión económica, Feijóo ha concluido que «Madrid no es España». «Es la capital», ha precisado, a renglón seguido, antes de enfatizar que hay «mucho más» territorio y que puede ser gestionado desde las competencias descentralizadas.