Feijóo se erige en pacificador en la guerra entre Casado y Ayuso
El presidente gallego reconoce haber conversado con el líder del PP en las últimas horas. “Y hablaré todas las veces que me lo requira”, asegura
Desde que el jueves estalló la guerra abierta entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, de los grandes barones territoriales del PP es el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, el que acapara más titulares. Este viernes no ha parado de hacer declaraciones al respecto y, en todas ellas, parece tratar de adoptar un papel de pacificador en el que, no obstante, reclama un paso al frente del presidente del partido, con quien siempre ha mostrado serias diferencias a lo largo de los últimos años.
De mañana, y en una entrevista a esRadio, insistió en que Casado y Ayuso deben sentarse y arreglar sus diferencias ante el cisma creado por un presunto caso de espionaje. «Se han de sentar solos y tienen que buscar la solución. El problema se ha creado en esos dos círculos y el resto del partido está atónito», dijo, para insistir en que es necesario llegar a un acuerdo que aleje la posibilidad de “un congreso para solucionar el problema”.
Solventar «la hemorragia»
Horas después volvió a hablar públicamente. De nuevo, adoptando el papel de hombre de partido. Feijóo ha pedido “capacidad de reacción” y “puntos de encuentro” para solventar “la hemorragia que está sufriendo el PP”.
Este mediodía, el líder de los populares gallegos, que el pasado 2020 encadenó su cuarta mayoría absoluta al frente de la Xunta, reiteró su apoyo al presidente del PP nacional pero, a la vez, insistió en que “debe solucionar un problema que el partido no merece”. «Le reitero mi apoyo y mi lealtad para que busque una solución a un problema que los votantes, los militantes y el conjunto de los españoles, en este momento no merecen», insistió.
Aunque Feijóo pone el foco sobre Casado, insiste en que el partido, con las ruedas de prensa este jueves de Ayuso y de Teodoro García Egea, ha ofrecido “un espectáculo que no beneficia a ninguno de los dirigentes del PP”.
Para Núñez Feijóo, «es muy difícil pedirle a los votantes que se unan en el entorno de un proyecto de centro derecha como el PP» si «acreditan que el que no está unido es el propio partido». «En este contexto, ayer fue un día muy desafortunado, y espero que tengamos la suficiente cintura y la suficiente capacidad de reacción para solventar la hemorragia que está sufriendo el PP», insistió, para reiterar en que confía que Pablo Casado «acierte con su decisión» y «busque un punto de encuentro entre la dirección nacional del partido y el Gobierno de la Comunidad de Madrid».
«El PP no está en crisis, lo que hay es un desencuentro profundo y lamentable entre la presidencia de la Comunidad de Madrid y la dirección del partido», insistió.
Comunicación con Casado
Feijóo, en esa posición de pacificador, reconoció haber hablado con Casado en las últimas horas, desde el estallido de la crisis política. “Y hablaré con él todas las veces que me lo requiera”, dijo. «Dentro de la lealtad está la responsabilidad de decir lo que uno piensa«, deslizó.
«Nuestro compromiso no es dedicar a los problemas internos del partido nuestras energías. Nuestro compromiso es solventar problemas, no crearlos, y hacer una oposición a un gobierno que lo consideramos realmente malo para los intereses de los ciudadanos», dijo.
Ayuso
En todo caso, en sus declaraciones, el líder gallego ha sido más tibio a la hora de analizar las presuntas sospechas de corrupción sobre su homóloga en la Comunidad de Madrid. Sobre la explicación dada por Díaz Ayuso en relación al contrato a su hermano, que ha dicho no conocer de forma directa, ha considerado que la supone «bastante lógica» en el contexto en el que se produjeron los hechos. «Comprenderá que, en este momento, nadie conoce con exactitud el conjunto de expedientes administrativos que en un momento de emergencia sanitaria se produjeron desde el punto de vista de las compras» relacionadas con la pandemia.
En relación a esta cuestión, se ha referido a los problemas para la compra de material sanitario y mascarillas durante los momentos más duros de la pandemia, en los que el Sergas «tuvo muchas dificultades» para hacerse con este material. «Había cargueros en los que una vez que se tenía el contrato, al final no se producía el suministro porque los precios bailaban en función del servicio de salud del país que pujaba más por el material», ha añadido.
No obstante, ha dicho, desconoce este expediente en concreto y ha afirmado que ante «cualquier duda» y «cualquier sombra» relacionada con una inversión pública, «la administración afectada tiene que dar las explicaciones normales y contundentes«.