Feijóo prepara la demolición de la cúpula de Casado sin aclarar el futuro de la Xunta
El presidente de la Xunta busca refuerzos en Galicia para su comité de dirección y anticipa el congreso que entronizará a Ayuso en el PP de Madrid
Alberto Núñez Feijóo hilvana la lista de nombres que conformarán la nueva cúpula del PP y que derruirán la que dejó Pablo Casado –pues no se espera que quede en pie demasiado de la actual dirección– sin que por el momento nadie sepa cómo va a dar el relevo en el Gobierno gallego y en el propio PPdeG, donde urge una hoja de ruta que temple el malestar general por la provisionalidad de la situación.
El todavía presidente de la Xunta, sin embargo, está priorizando la configuración de su equipo en Madrid, para el que busca perfiles técnicos, experiencia y músculo en el área económica, pero sabiendo que tiene que cumplir con las cotas de los barones provinciales. Al fin y al cabo, fueron ellos quienes lo llevaron en volandas hasta la presidencia del partido. Todo apunta a que, al menos, Andalucía, Madrid y Castilla y León estarán representadas en el nuevo comité de dirección. Juanma Moreno y Alfonso Fernández Mañueco han sido apoyos internos de Feijóo desde antes del descabalgamiento de Casado, mientras que Isabel Díaz Ayuso también dio respaldo al dirigente gallego para que tomara el mando de los populares en medio de su guerra con Génova. Todos ellos han trasladado nombres al presidente de la Xunta para que los tenga en cuenta, a modo de propuestas, para el nuevo organigrama.
Pero Feijóo también busca en Galicia, territorio al que atribuye tanta estabilidad que su propia parsimonia lo está desestabilizando. Más allá de sus personas de confianza, con Mar Sánchez Sierra a la cabeza, el mandatario autonómico podría contar con uno o dos nombres del partido para completar la cúpula con personas de su confianza y con experiencia de gestión, ya sea en lo público o en el propio PPdeG. La posibilidad de que haga las maletas algún peso pesado del aparato en Galicia condiciona también el relevo que debe producirse en tierras gallegas: es incompatible presidir el PP y el PPdeG y prácticamente imposible simultanearlo con la presidencia de la Xunta, aún sin impedimento jurídico.
De la dirección que dejó Pablo Casado, en el partido cuentan con la continuidad de Cuca Gamarra, actual portavoz en el Congreso, y está por ver si la de Ana Pastor o Jaime de Olano, ambos gallegos. Poco más.
Una sucesión en la nevera
Mientras todo esto sucede, en Galicia no sucede nada. La predisposición de Feijóo a hacer lo que se espera que haga invita a pensar que será Miguel Tellado quien se quede al frente del partido de manera provisional, hasta la convocatoria de un congreso este mismo año. En la Xunta todo apunta a Alfonso Rueda, eterno número dos del presidente. Para que todo cuadrase, Rueda debería presentarse al congreso de los populares gallegos y salir victorioso para respaldar desde el partido y desde el Gobierno gallego las candidaturas del PP a las municipales.
Pero esta sucesión ordenada está en la boca de cargos del PP, no en la cabeza de Feijóo. O si lo está, no lo ha exteriorizado, para incredulidad incluso de algunos de sus más allegados, que ven al presidente de gira con la casa sin barrer. A priori, entre finales de esta semana y principios de la que viene debería desvelarse la incógnita, pues el congreso de los populares es el 1 y 2 de abril. No es tan sencillo dejar el partido ordenado en Galicia, pues bien podrían aparecer varias candidaturas para reemplazar al dirigente de Os Peares. A Feijóo, por el momento, no parece preocuparle.
Ayuso presidirá el PP de Madrid
El nuevo presidente PP sí que ha avanzado que uno de sus primeros cometidos cuando llegue al cargo será dar luz verde a la celebración del congreso en Madrid, que servirá para que Isabel Díaz Ayuso alcance la presidencia del partido en la comunidad, como avanzó este medio. «Hay mucho trabajo y convocaremos todos los congresos que faltan, también el de Madrid, cuanto antes», dijo Feijóo en una entrevista en La Razón.
Esta era una de las demandas de la presidenta madrileña a la anterior dirección de Pablo Casado, al que acusaba de no querer que ocupara el cargo pese a estar al frente de la comunidad. Feijóo ya expresó tiempo atrás que le parecía de lo más normal que Ayuso liderara también el partido en Madrid, aunque Casado congeló el congreso. Y no es de extrañar. La presidenta madrileña tiene una enorme fuerza electoral, tanta como para arrodillar al presidente del partido en un enfrentamiento público. Su próximo cargo le dará también poder orgánico y cargos afines en la estructura, un trampolín ideal si algún día quiere dar el salto al puesto que ocupará Feijóo a partir de abril.