Feijóo maniobra para evitar injerencias de Casado en su sucesión
El presidente de la Xunta convoca el congreso autonómico sin esperar a otoño y desmarcándose del criterio de Génova, que continúa la ofensiva para intervenir en los territorios y colocar a sus candidatos
Un mes después de que Isabel Díaz Ayuso arrasara en las elecciones de Madrid, el ruido interno vuelve a instalarse en el Partido Popular a cuenta de los congresos autonómicos y de los movimientos de la directiva de Pablo Casado para dirigir la renovación de liderazgos en los territorios. Esa era una de las patatas calientes que estaba en la agenda de Génova para este año y que auguraba importantes tensiones entre Teodoro García Egea y los barones, si bien el escenario ahora es distinto, pues los mejores resultados en los sondeos y el éxito electoral de Madrid han reforzado, al menos indirectamente, el hasta ahora muy débil liderazgo de Casado.
La situación no pasa desapercibida en Galicia, donde Alberto Núñez Feijóo trata de blindar al PPdeG de los movimientos de Génova, que hasta el momento ha relevado a Isabel Bonig en la Comunidad Valenciana, a Biel Company en Baleares y a cuatro presidentes provinciales en Cataluña. La intención de Casado es sustituir también a José Antonio Monago en Extremadura; a Sáenz de Buruaga en Cantabria y a José Ignacio Ceniceros en La Rioja, según informó El Mundo.
Feijóo marca territorio
En este contexto, el presidente de la Xunta decidió adelantar a julio el congreso de los populares gallegos aplazado el año pasado por causa de la pandemia, frente al criterio fijado por Génova de celebrarlos en el último trimestre del año. A priori, se trata de un congreso descafeinado, sin más objeto que renovar el liderazgo de Feijóo hasta la celebración de uno extraordinario antes de las elecciones autonómicas. A pesar de ello, el mandatario autonómico se desmarcó del criterio de la dirección en un movimiento que dirigentes del Partido Popular en Madrid interpretaron como una advertencia a Casado para que no interfiera en la dinámica de la formación en Galicia. “Está diciendo que los tiempos los va a marcar él”, señalan.
El golpe sobre la mesa llega en la que, a priori, será su última legislatura al frente de la Xunta, lo que obligará al partido a renovar el liderazgo que ha mantenido durante más de una década y con grandes éxitos electorales. Precisamente, el temor de Feijóo a que Génova pretenda interferir en el proceso de sucesión o incluso aupar a algún candidato, como ha hecho con Ayuso en Madrid al día siguiente de que se anunciara el congreso gallego, lo habría empujado a marcar músculo ante Casado. Según las fuentes consultadas, estos temores del presidente autonómico no son infundados.
El plan del presidente de la Xunta es esperar al último año de legislatura para convocar un congreso extraordinario y consumar el relevo. Este calendario facilitaría la estabilidad en el Gobierno gallego y apuntaría a un candidato conocido por la ciudadanía, que no necesitase de rodaje mediático para afrontar las autonómicas.
Génova: aburrida de Feijóo y enamorada de Ayuso
El congreso es un episodio más en la interminable lista de encontronazos entre Feijóo y Casado, el último a cuenta de la crisis migratoria en Ceuta cuando, a juicio de la dirección del PP, el presidente de la Xunta se desmarcó del discurso del partido al pedir “política de Estado”. En el equipo de Casado dan por perdida la batalla con el presidente gallego y ni siquiera les preocupa demasiado que ejerza de verso suelto del partido. Entienden que es el discurso de Díaz Ayuso, mucho más escorado a la derecha, el que está haciendo que recuperen apoyos.
Feijóo, por su parte, también entendió que el éxito de Ayuso daba carpetazo a su influencia en Madrid, que nunca fue demasiada, pero está decidido a blindar el PP gallego frente a injerencias de Génova. Y actúa en consecuencia.