Feijóo despeja el camino a Rueda y Baltar para pelear por la sucesión en Galicia
El nuevo presidente del PP se lleva a su núcleo duro a Génova dejando el terreno libre a su sucesor, con Rueda y Baltar como favoritos
La configuración del nuevo equipo de Alberto Núñez Feijóo en Génova y la celebración del congreso de Sevilla dan el pistoletazo de salida a la sucesión en Galicia, cuya fórmula estaba pendiente de que el todavía presidente de la Xunta culminara su desembarco en Génova. La confección de la cúpula del PP condiciona el futuro de la organización en Galicia, pues Feijóo, como era previsible, se lleva a Madrid a su equipo más próximo y a uno de los posibles sucesores, el líder de los populares de A Coruña, Diego Calvo.
Mar Sánchez Sierra, la secretaria xeral de Medios, ocupará el área de Proyección e Imagen; y Marta Varela, la jefa de gabinete de Feijóo, tendrá ese mismo puesto en la sede central del partido. También Miguel Tellado, el secretario xeral del PPdeG y la persona que ejerce en funciones el liderazgo orgánico de la formación tras la renuncia del presidente, tendrá sitio en Madrid y en un cargo de relevancia, como vicesecretario de organización.
El presidente del Gobierno gallego y nuevo líder del PP, que emplazó a diseñar el relevo en Galicia a «a partir de abril», deja el sitio libre para que su sucesor coloque su propio equipo, como parecía lógico. La salida de Tellado también parece afianzar la necesidad de celebrar un congreso en la comunidad más pronto que tarde, evitando prolongar la situación de interinidad, si bien nadie ha confirmado por el momento que vaya a dejar su puesto en el PPdeG debido a sus nuevas responsabilidades. Acelerar el cónclave implica que se produzca antes de las elecciones municipales, uno de los elementos de debate que sobrevuela el partido desde que Feijóo trasladó que se marcharía en mayo.
A la espera de Rueda y Baltar
Los dos candidatos oficiosos a ocupar el puesto son Alfonso Rueda y Manuel Baltar. El primero debido a que es el mejor posicionado para hacerse cargo de la Xunta durante los dos años que restan de legislatura. Baltar lo señaló públicamente y Pedro Puy, el portavoz parlamentario del grupo popular, también concedió que si todos hablaban de él por alguna razón sería. Quizás el factor más importante, sin embargo, sea la vocación de Feijóo de ser previsible, y nada más previsible que el número dos justo después del número uno.
El presidente de la Diputación de Ourense se posicionó por su cuenta, demandando la celebración de un congreso para elegir el candidato a la Xunta y situando a Rueda como presidente interino en lo que queda de legislatura. Baltar no solo recordó los buenos resultados que obtiene el PP en Ourense, única provincia en la que controla la diputación, sino que también admitió tiempo atrás que pensó en postularse cuando Feijóo amagó con competir por la presidencia del PP tras la salida de Mariano Rajoy.
Tanto Rueda como Baltar estarán en el comité ejecutivo del PP en la nueva etapa, al igual que Elena Candia y Diego Calvo, completando el puzle de presidentes provinciales. Calvo queda descartado para la sucesión al tener plaza en la dirección de Génova y, apuntan fuentes del partido, quizá Candia podría apoyar a Baltar en la carrera por la sucesión. El presidente de los populares pontevedreses tendría el mejor escaparate posible en la Xunta si finalmente es el encargado de ocupar el puesto de Feijóo. A partir de ahí deberá decidir si da la batalla o no, pues no se ha pronunciado hasta el momento.
Los que no están
En la nueva cúpula del PP hay novedades y ausencias. Ana Pastor queda relegada al comité ejecutivo, pero fuera de la dirección que lleva el día a día del partido. Una veterana en las filas populares y con perfil de consenso, en su momento fue el enlace entre Rajoy y el equipo de Feijóo en Galicia, por lo que cabe suponer una cierta afinidad entre las dos. Las fuentes consultadas matizan, sin embargo, que la relación entre ambos siempre fue correcta, pero fría.
Tampoco la ourensana Ana Vázquez, integrada hasta el derrocamiento en la dirección de Casado, ha encontrado hueco en el equipo de Feijóo. Tampoco se esperaba. Funcionaria del cuerpo superior de la Administración Local, se alejó del baltarismo para hacer carrera en el equipo de Casado hasta quedar en tierra de nadie, pese a la proximidad que mantuvo durante este etapa con la propia Pastor o con Cuca Gamarra.
El posible desembarco en Madrid de conselleiros de la Xunta que aireó Feijóo quedó también en nada por el momento, para decepción de algunos de los jefes de departamento del Gobierno gallego. Rueda y Francisco Conde, los dos vicepresidentes, forman parte del comité ejecutivo, puesto que no es incompatible con casi nada. Fabiola García y Ángeles Vázquez, responsables de Política Social y Medio Ambiente, se incorporan a la junta directiva.
El presidente de la Xunta lleva a la ejecutiva también a José Manuel Romay Beccaría, su mentor en política, en un gesto de respeto y agradecimiento que tiene una lectura fundamentalmente personal, aunque también engarza con la reivindicación general que ha hecho Feijóo de la historia del partido, incluyendo a Manuel Fraga, a José María Aznar y a Mariano Rajoy. Cabe recordar que Pablo Casado, que también reivindicó a Aznar y Rajoy, representaba la renovación de un partido asfixiado por la corrupción. La renovación de la renovación, de la mano de Feijóo, tiene también un aire de contrarreforma, de volver sobre los pasos tras haberse desviado del camino.