Espinosa de los Monteros: «Marca España se proyecta al exterior y al interior del país»

El alto comisionado del Gobierno asegura que el mundo económico y financiero alaba el cambio de la economía española en menos de tres años

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Asegura que ha tenido siempre mucha suerte, y es que todo lo que venga a partir de ahora será mejor para España, después de tres años muy duros. Carlos Espinosa de los Monteros (Madrid, 1944), que pertenece al cuerpo de técnicos comerciales y economistas del Estado, fue nombrado en junio de 2012 como alto comisionado para la Marca España.

En ese momento, el Gobierno de Mariano Rajoy luchaba para que España no fuera rescatada, con una prima de riesgo que sobrepasaba los 600 puntos, respecto a la deuda alemana. «Ahora, la situación ha cambiado por completo, y los prescriptores internacionales, economistas y financieros, alaban la transformación del país y la forma en la que se le ha dado la vuelta», asegura a Economía Digital.


Fortalecer la imagen del conjunto del país

Espinosa de los Monteros está en Barcelona. Aprovechando el Mobile World Congress, Marca España ha organizado un espectáculo visual, inaugurado este martes, que despliega todo el talento del país. Se podrá ver hasta este viernes en el Moll de la Fusta, y después viajará a Berlín y a otras ciudades europeas. «Se trata de difundir lo que se está realizando, de proyectar todo ese talento», asegura, con el propósito de realizar un trabajo en una doble dirección.

Según este pro hombre de lo que se entiende como Estado español, en todas sus dimensiones, que también se ha dedicado durante años a la gestión empresarial –fue presidente de Iberia y Aviaco, y presidente de Mercedes Benz España, entre otras empresas– Marca España «tiene un mandato claro, para proyectar España al exterior, pero también, con el paso de los meses, hemos visto que podemos ayudar a difundir el país en el interior, porque no se aprecia, en muchas ocasiones, la fortaleza del conjunto».

Grandes empresas y capital humano

«España tiene grandes empresas, y capital humano, con personas de referencia en instituciones y en organismos internacionales, y eso hay que valorarlo más», asegura, dejando claro que en sus constantes viajes, principalmente a Londres, donde se concentra el poder financiero, capaz de difundir y ensalzar el progreso de un país, se percibe «una admiración sobre la transformación, con todos los problemas todavía, de España desde 2012, cuando estuvo al borde del precipicio».

Insiste en que «nadie me habla sobre un rescate a España desde hace más de un año y medio, y no hay duda sobre lo que ocurrió en 2012. No hubo rescate, lo que se ofreció, por parte de las instituciones europeas, fue una ayuda financiera para el sector bancario».

Sociedades demasiado intervenidas

Marca España colabora de forma estrecha con el Foro de Marcas Renombradas, que integra a muchas empresas catalanas, como Freixent, Abertis, CaixaBank o Borges . Espinosa de los Monteros entiende que el problema de Cataluña se debería poder encauzar, y que se han estirado y exagerado las posibles diferencias, ya sean en el terreno de la financiación autonómica o en el ámbito simbólico.

Reclama, para ello, que los empresarios, pero también el conjunto de la sociedad, «se sienta con más capacidad para expresar públicamente sus ideas», y cree que tanto la sociedad catalana, como la del resto de España en su conjunto, «son sociedades demasiado intervenidas».

Un mensaje más prosacio

Con respecto al Ayuntamiento de Barcelona, Espinosa de los Monteros admite que ha habido un distanciamiento, porque el espectáculo en el Moll de la Fusta se ha organizado con la colaboración del lobi empresarial Barcelona Global, pero no con el consistorio. Aunque el alto comisionado del Gobierno invitó al alcalde Xavier Trias, se originó un malentendido que Espinosa de los Monteros cree ya superado.

Eso sí, para el colectivo soberanista, la imagen estética escogida es polémica. Y es que la escultura de 13 metros de ancho por nueve de alto, se asemeja a una virgulilla, el signo de la letra ñ. Pero todo es más prosaico. «Se pretendía conseguir una imagen de continuidad con los puentes del Moll de la Fusta», se asegura desde Marca España. 

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