España, único gran país europeo que ignora los muertos en residencias
Reino Unido y Francia registran destacables incrementos de fatalidad por la Covid-19 al contar ahora las muertes fuera de los hospitales
Pocas cosas son más certeras sobre el devastador impacto del coronavirus en España que la poca fiabilidad de las cifras oficiales, por motivos que la ciudadanía aún no comprende del todo. Hasta este jueves 30 de abril, el Ministerio de Sanidad confirmaba que 24.543 personas habían fallecido a causa de la Covid-19, pero sus datos solo alumbran una parte de la realidad: la mortalidad de la infección en los hospitales. El daño causado por la pandemia fuera de los centros de salud aún no lo ha cuantificado el Gobierno.
Justificando que no puede fiarse de otros datos, el departamento dirigido por Salvador Illa no contabiliza las muertes en casas y residencias de ancianos, pese a que hace casi un mes las comunidades autónomas envían esta información a Madrid como parte de sus actualizaciones sobre el avance de la enfermedad. De hecho, según las cifras que las autonomías han compartido con el Gobierno, y que el Ejecutivo central aún no ha recogido en sus conteos oficiales, casi 17.000 personas han fallecido en las residencias.
Esta cifra supone más del 67% del cómputo oficial de muertes que difunde Sanidad y, si se suman ambos datos, la Covid-19 en España se habría cobrado ya más de 40.000 vidas. Un número que se alinea con lo previsto por un estudio que calculaba que hasta el 26 de abril habrían fallecido en el país 34.393 personas por culpa de la pandemia, 11.000 más que las que el Gobierno daba por ciertas en ese momento. No obstante, la opacidad es tal que realmente se desconoce cómo cuenta los muertos el Ejecutivo.
El último episodio del podcast ‘La Plaza’ aborda la opacidad de las cifras del coronavirus en España
Cada autonomía ha contabilizado sus muertos de forma diferente, por lo que Sanidad pidió datos detallados desde principios de abril, pero por ahora no los recoge en sus cómputos diarios. Por ello, la Comunidad de Madrid y Cataluña anuncian todos los días cifras de fallecimientos (más allá de los casos hospitalizados) de las que el Gobierno no se hace eco. El pasado 23 de abril, por ejemplo, Sanidad cifraba en casi 22.000 los decesos, pero los datos catalanes y madrileños disparaban el número hasta más de 31.000.
¿Cómo cuentan sus víctimas de coronavirus otros países europeos? No existe un formato homogéneo, pese a que el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades pidió a los estados miembros desde el 24 de abril que registren todas las muertes por la Covid-19, indiferentemente de si tienen lugar en un hospital, una residencia de ancianos o un domicilio. La agencia europea también solicitó que se contabilicen las muertes en las que el virus fuera la principal o contribuyente al fallecimiento.
El pasado 23 de abril, el director regional europeo de la Organización Mundial de la Salud estimó que en torno a la mitad de las muertes por coronavirus en el viejo continente fueron en residencias de ancianos, en lo que calificó de «tragedia humana inimaginable» y de situación «profundamente preocupante».
Reino Unido
Esta semana, Reino Unido cambió su forma de contar los muertos por coronavirus, añadiendo ahora la cifra de fallecimientos en residencias de ancianos y en los hogares de los ciudadanos. El 27 de abril, el número oficial de víctimas en territorio británico era 21.678, y el día 28 —el primero en utilizar el nuevo método— incrementó hasta 26.097, un 20% más. La nación del brexit solo ha sumado los pacientes fallecidos que dieran positivo en la prueba de la Covid-19, por lo que igualmente podrían ser más.
Francia
Francia fue uno de los primeros países del mundo en incluir la cifra de muertos en residencias en su cómputo oficial de fallecidos por coronavirus, a inicios del mes de abril. El día en que aplicó el nuevo criterio, el número de defunciones incrementó en más de un 40%. Se estima que ese es el porcentaje que representa la pandemia en los geriátricos, aunque las mismas autoridades sanitarias señalan que probablemente sea mayor, lo que desde luego aumentaría el cómputo total de muertes en todo el país.
Bélgica
Bélgica tiene la mayor tasa de mortalidad por la Covid-19 en el mundo, pero la razón es que el país no solo cuenta los fallecimientos en los hospitales, sino también en las residencias. Además, las autoridades belgas añaden a las cifras oficiales todos los casos sospechosos, aunque no se haya realizado test antes de la muerte. El 15 de abril, casi la mitad de las muertes se habían producido en asilos. El epidemiólogo jefe belga Steven van Gutch defendió el método diciendo que, «si te limitas a contar las muertes en un hospital es como cerrar un ojo y solo mirar con el otro».
Italia
La opacidad de los datos oficiales también supuso una controversia en Italia, el país europeo con una experiencia trágica comparable con la española. Hasta hace poco, el Gobierno italiano solo contaba a aquellos a los que realizó pruebas y dieron positivo, independientemente de si la causa principal de muerte fue el coronavirus u otra enfermedad. Ahora, también cuenta las muertes en residencias, pero solo en las residencias más grandes. En Bérgamo, parte de Lombardía, la primera quincena de marzo arrojó un balance de 108 muertes más que el mismo periodo del año pasado, pero solo 31 fueron vinculadas oficialmente a la pandemia.
Países Bajos
Un portavoz del Ministerio de Salud holandés admitió que el total oficial de muertos por la Covid-19 en el país era una «subestimación», puesto que solo se han computado los fallecimientos de pacientes confirmados. Entre el 6 y el 12 de abril, más de 5.000 personas murieron en Países Bajos, por encima de una media de menos de 3.000 en el mismo periodo en los últimos tres años, cuando el dato oficial durante este periodo arrojó un balance de en torno a un millar de víctimas relacionadas con el coronavirus.
Alemania
Alemania, con una de las tasas de mortalidad más bajas del mundo durante la pandemia, alega que recoge en sus conteos oficiales todas las muertes relacionadas con la Covid-19, tanto las provocadas directamente por la enfermedad como aquellas de pacientes con patologías previas que dieran positivo en las pruebas. Las autoridades alemanas estiman que un tercio de las víctimas en el país han fallecido en residencias de ancianos, cuyas cifras son también incluidas en el conteo oficial.