ERC negocia ahora con CiU fijar en el presupuesto de 2015 el compromiso con la Hacienda propia
Los republicanos ultiman un acuerdo para conseguir nuevas partidas sociales que les permitan levantar las enmiendas a la totalidad
El President Artur Mas logró este miércoles un acuerdo con el líder de Esquerra, Oriol Junqueras. Pero, ¿qué acuerdo? Para el mandatario catalán la aprobación de los presupuestos de 2015 es imprescindible, y cuenta con ello. Pero los republicanos desean que se constate en las cuentas de este año que ha habido una aproximación, y que el compromiso con las llamadas «estructuras de estado» es real.
Los equipos económicos de CiU y de ERC ultiman la modificación de algunas partidas, de cada departamento, y tratarán de llegar un pacto este fin de semana. Para Esquerra la negociación se dividirá en dos partes, según fuentes del partido. La próxima semana, los presupuestos de cada departamento se analizarán en comisión, en el Parlament, y ERC presentó enmiendas a la totalidad en cada uno de ellos. El primer paso es levantar esas enmiendas, y negociar en la siguiente semana las partidas concretas.
Una Hacienda pequeña, frente al gigante del Estado
Una de las grandes diferencias entre CiU y ERC en los últimos meses se ha centrado en la Hacienda propia. El propio Junqueras ha manifestado públicamente que Mas no había hecho todo lo necesario para tener a punto una «estructura de estado» que se considera esencial, si lo que se pretende es desconectarse de España.
Pero las partidas presupuestarias del Govern han sido mínimas. Y Esquerra recuerda que la Agencia Tributaria del Estado tiene 4.000 personas controlando los impuestos que se pagan desde Cataluña.
De ellos, unos 1.500 trabajan desde Madrid. Frente a eso, la Agencia Tributaria de Cataluña sólo dispone de 400 personas. Y, cualquier medida de fuerza que se impulsara –retener los impuestos que pagan los catalanes– sería contrarrestada por el Gobienro español.
Fracaso de la campaña de la agencia catalana
En la campaña de Tributs de Catalunya, un portal que surge de la colaboración de todas las diputaciones provinciales con la Agencia Tributaria de Cataluña, sólo unos centenares de catalanes quisieron presentar una copia de su declaración en el organismo. Con ello, el Govern pretendía acceder a una base de datos de enorme importancia si Cataluña acaba siendo un estado propio. Y no funcionó, porque los catalanes todavía no creen que eso pueda ser posible.
Esquerra desea también el compromiso con la política exterior de la Generalitat, y con una Seguridad Social Catalana, así como la aprobación de una legislación electoral propia.
Y, aunque sabe que quedan meses para poder situar las bases de esas «estructuras de estado», necesita comprobar el grado de implicación del Govern de Artur Mas.
Recuperación de la paga extra
El problema ahora para el President Mas es que considere que ya tiene la luz verde de Esquerra para las cuentas de 2015. Aunque Esquerra tampoco podría echar abajo el pacto alcanzado en el Palau de la Generalitat que ha llevado a Mas a adelantar las elecciones al 27 de septiembre.
Los republicanos desean que, por lo menos, se incluyan ampliaciones de partidas de «carácter social», y que combatan la pobreza, para acentuar su influencia en el Govern. Y eso se verá en la negociación de enmiendas, una a una, del presupuesto, en las próximas dos semanas. Por ahora, se sienten satisfechos de que, gracias a su primera presión –así lo entienden– el Govern haya incluido la paga extra que habían perdido los trabajadores públicos de la Generalitat.