Ence: el PSdeG hizo el ‘trabajo sucio’ que Lores vuelve a rentabilizar

La sentencia de la Audiencia Nacional sobre la prórroga de Ence podría llegar a finales de año, pero el asunto acabará en el Supremo

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A principios de marzo, en plena precampaña de las generales, y días antes de que la propia compañía hiciese público el allanamiento del abogado del Estado en el proceso que se sigue contra la prórroga de Ence en la Audiencia Nacional, en el PSdeG de Pontevedra había un especial regocijo. Ni en las redes sociales lo podían disimular. Pronto llegarían buenas noticias sobre Ence, deslizaban con cierto suspense sus dirigentes. Solo hicieron falta unos días para comprobar que se trataba de una decisión que iba a marcar la campaña electoral, no solo de las generales, también de las municipales de este domingo.

La división en torno a Ence ha convertido a Pontevedra en una ciudad dual, que mira más allá de la acción concreta de gobierno a la hora de hacer balances de gestión y siempre tiene a la compañía pastera como comodín cuando hay elecciones. Esta vez la tensión se ha elevado unos cuantos grados, con el comité y los trabajadores en la calle incluso a las puertas de la jornada de reflexión.

Con o contra Ence

Estás con Ence o contra Ence, vendría a ser la inequívoca consigna de Fernández Lores desde que gobierna la ciudad del Lérez, hace ya veinte años. Y le ha funcionado. Con el ayuntamiento personado en los recursos contra la prórroga, quien ha movido ficha esta vez ha sido el PSdeG, empleando la palanca de Madrid. Pero apenas le ha funcionado. En síntesis, los socialistas habrían hecho el trabajo más incómodo, insuficiente a todas luces, del que solamente Fernández Lores ha sacado rédito,  pese a retroceder un concejal frente a las elecciones de 2015, obteniendo once actas.

El BNG ha logrado en su plaza irreductible unos holgados resultados, lejos de la mayoría absoluta, pero que pueden permitir a Lores gobernar en solitario con pactos puntuales. Poco cambia en Pontevedra pese a la crisis de Ence. El PSdeG de Tino Fernández pasa de tres a cuatro ediles, que traducido en votos es ganar unas 1.500 papeletas. La indefinición de la cúpula socialista gallega alrededor de la crisis de Ence tampoco ha ayudado a la agrupación local, pese al aldabonazo que supuso el allanamiento por parte de la Abogacía del Estado.

El PP saca mínima ‘tajada’

 La división en torno a Ence la ha rentabilizado más el PP, con una inequívoca posición de apoyo a su continuidad que hace avanzar a los populares de siete a nueve concejales. Todos estos resultados cobran todavía más relevancia si se analiza la participación: pasa del 60,2% al 62,4%, aumentando en casi 2.000 el número de votantes.

La vida sigue en Pontevedra, la ciudad feliz por excelencia de Galicia. Y Ence sigue en la ría, a la espera de una decisión, la sentencia de la Audiencia Nacional, que como muy pronto llegará a finales de año. Cabe recurso de casación ante el Supremo, y sea cual sea la decisión de la audiencia, sin duda el asunto llegará al alto tribunal. Esto va para largo. El problema vendrá de la falta de inversiones en Placeres, que ante la situación se desviarán a Navia.

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