¿En qué consiste la tarifa eléctrica gallega del BNG frente a la subida de la luz?
La formación de Ana Pontón defiende que Galicia debe beneficiarse de una rebaja del IVA en el recibo, con aplicación del 4% para todas las empresas, y plantea un impuesto sobre la red de alta tensión
Banca pública gallega, tarifa eléctrica propia… De forma recurrente, el BNG incorpora a sus demandas herramientas de mayor autogobierno en asuntos críticos para la economía gallega. Ante la crisis financiera, banca pública. Y frente a la escalada de precios de la luz, tarifa eléctrica gallega. En este ámbito, el de la energía, son varios los ejes sobre los que pivota la estrategia de la formación de Ana Pontón.
El pasado mes de julio, el Congreso aprobó rebajar el IVA de la factura eléctrica del 21 al 10%. Pues bien, en su programa electoral de las últimas autonómicas, el BNG ya defendía la rebaja del IVA, pero mucho más acusada. “Como país productor excedentario de energía eléctrica, vamos a seguir trabajando por una tarifa eléctrica gallega, que haga posible una rebaja del IVA en el suministro de la luz, con una aplicación del 4% para todas las empresas”, mantenía la formación.
Soberanía energética
El BNG defiende una soberanía energética sobre la base de que Galicia es excedentaria en energía, cuando la comunidad siempre ha sido eminentemente transformadora de electricidad, pero teniendo en cuenta la aportación que realizaban centrales térmicas como las de As Pontes y Meirama, que escriben sus últimos días. En cualquier caso, el Bloque promueve “el control social y público del sector para garantizar que sea un bien básico y no una mercancía de especulación”.
El grupo parlamentario de Pontón demanda una tarifa eléctrica gallega “que considere a través de la reducción en los peajes el papel de Galicia como nación excedentaria, compensando el fuerte impacto ambiental y social derivado de su producción”. El BNG siempre ha estado a favor de impulsar una ley de garantía de acceso a la energía y contra la pobreza energética “que supere la insuficiencia de las medidas adoptadas desde o Gobierno central”.
Sobrecostes e impuesto a la red
También demanda la devolución por parte del Ejecutivo del sobrecoste tarifario doméstico y profesional de 38 millones de euros asumido por Galicia, dice, debido a la aplicación de dos suplementos territoriales en 2013.
A las últimas autonómicas el BNG llevó en su programa la decidida intención de impulsar la imposición fiscal sobre aquellos hechos que deterioran el medio, “con la finalidad de incentivar el uso de sistemas de producción limpios, así como compensar el coste social de soportar daños medioambientales con la internalización de esos costes por parte de las empresas”.
Sobre este escenario plantea el BNG la aplicación del impuesto medioambiental sobre las instalaciones de transporte de alta tensión, “que gravará la capacidad económica que se manifiesta en la generación de afecciones e impactos ambientales y visuales por las instalaciones eléctricas a través de elementos fijos de alta tensión”. La base imponible de ese impuesto estaría constituida por los kilómetros de tendido eléctrico en redes de capacidad igual o superior a los 220 kilovatios.