En Marea se rompe también en el Congreso
Alexandra Fernández carga con dureza contra sus compañeros por no rendir cuentas en Galicia y actuar como satélites de Podemos o por interés personal
De la ilusión del grupo gallego en el Congreso a convertirse en un satélite del grupo confederal de Unidos Podemos. Esa es la trayectoria que describió la diputada de En Marea Alexandra Fernández (Anova) en el plenario de la formación, que volvió a evidenciar la división entre la dirección de Luis Villares y los críticos con su gestión.
La sorpresa estuvo en el discurso de Fernández, la única del grupo en el Congreso que rindió cuentas de la acción política en Madrid a “título personal”, ya que el partido instrumental alegó que no le correspondía hacerlo ante este órgano, pues concurrieron a las elecciones generales previamente a la constitución del actual espacio de En Marea.
En Marea, un «satélite» de Podemos
«Me indigna que tengamos la mayor representación de la historia de Galicia y que estemos perdiendo esa capacidad», dijo la diputada viguesa, quien aseguró que el grupo está funcionando como un “satélite” de Unidos Podemos, con su agenda supeditada a los intereses del grupo confederal y con “dos o tres personas” decidiendo esa hoja de ruta sin compartir información.
En los compañeros de filas de la militante de Anova está Yolanda Díaz, a quien desde hace tiempo se le acusa internamente de operar como una diputada más de Podemos; la errejonista Ángela Rodríguez; el nuevo líder de Podemos Galicia, Antón Gómez-Reino; y Miguel Anxo Fernán Vello, también de Anova.
La oportunidad perdida de los presupuestos
Alexandra Fernández, que dijo hablar en el plenario por “responsabilidad”, aseguró que el ejemplo más claro de que los “intereses personales” priman sobre el sujeto político gallego fue la negociación de los presupuestos. En esta línea discursiva, admitió que cada vez es más difícil la relación con Unidos Podemos y que existe un debate entre los que quieren, como es su caso, que En Marea tenga “los pies y la cabeza” en Galicia y los que se alejan del espacio gallego. La diputada, que también reprochó la ausencia en el plenario de Gómez-Reino, lamentó que estén desperdiciando el “capital político” que le otorgaron los ciudadanos gallegos.
Luis Villares durante una de las votaciones
Los críticos tumban el programa político de Villares
Fue la intervención más dura de una sesión con numerosos momentos de tensión por la división entre la dirección de Luis Villares y los críticos agrupados en torno a la Mesa da Confluencia que impulsó la Compostela Aberta de Martiño Noriega. En un plenario con elevada participación, alrededor de 600 personas, las fuerzas estuvieron igualadas, aunque con ventaja para el sector crítico, que tumbó el programa político de Villares para el Estado por una diferencia de 100 votos.
Los críticos también lograron ampliar el censo para la renovación del Consello hasta el 23 de noviembre, pero no sacaron adelante la enmienda para cambiar el sistema electoral a un modelo de listas abiertas y candidaturas individuales. Las diferencias en el propio seno del sector crítico sobre esta cuestión provocó que la enmienda decayese, por lo que el proceso electoral se llevará a cabo a través de un sistema de candidaturas cerradas, el mismo que se usó en las primeras y últimas elecciones al Consello, celebradas a principios de 2016.
La apuesta por el modelo de listas cerradas ha sido interpretado como una victoria por el sector oficialista de Luís Villares, que en declaraciones al término del plenario aseguró que el sistema «proporcional» garantiza que el resultado de las votaciones sea «plural»
Alrededor de 600 personas participaron en el plenario de En Marea en la Facultade de Económicas de Santiago