El voluntarismo de los economistas catalanes: el estado catalán tendría un rating de «notable»
Una Cataluña independiente no tendría problemas de financiación y partiría con un 75% de deuda sobre su PIB
Voluntarismo. Es lo que hacen los economistas catalanes cuando calculan cómo sería un estado independiente de Cataluña.
Todos los estudios que se realizan sobre el futuro catalán parten de dos premisas: que se alcanzaría la independencia tras un acuerdo pactado y sin traumas con el Gobierno español, y que el nuevo estado catalán seguiría en la zona euro y en la Unión Europea.
De hecho, eso es consecuencia de lo primero, si todo se acuerda, la viabilidad de la independencia no se discute. ¿Pero es realista esa posición?
Lejos del actual bono basura de Cataluña
Los economistas Joan Elias y Joan Maria Mateu, han elaborado un estudio, a partir de trabajos de otros expertos, como Modest Guinjoan o Xavier Quadras, que analiza el rating que podría tener una Cataluña independiente.
Lo han presentado en el Colegio de Ecomistas de Cataluña y la idea es que, tras asumir una parte de la deuda del conjunto de España, y con la potencialidad de la economía catalana, muy diversificada, el rating sería de A , siete niveles por encima del actual, que es BB y que se conoce como «bono basura», lo que impide la financiación en los mercados internacionales.
Todo se lograría de mutuo acuerdo, «porque es lo más racional, y lo más probable que ocurra», según Elias y Mateu, que consideran que España aceptaría esa ruptura, por la presión, también, de las instituciones europeas.
Con calificación A , por encima del País Vasco y Navarra
El estudio se basa en la metodología aplicada por las principales agencias de rating. Para situar la calificación que tendría Cataluña, los economistas recuerdan que el País Vasco y Navarra tienen una calificación de A-, beneficiadas las dos comunidades por el concierto económico.
En el caso de Cataluña, el rating otorgado equivale a un «notable», según Mateu, y significaría que no tendría problemas de financiación, y que se superaría, precisamente, a las comunidades forales y a España en su conjunto.
¿Por qué? Los autores consideran que la deuda pública de Cataluña sobre su PIB sería del 75%. La de la Generalitat es del 33%. Pero a ese porcentaje habría que sumar la parte de deuda del conjunto de España que debería asumir el nuevo el estado catalán. Los dos autores del estudio consideran que se debería asumir el 9% del total de la deuda, porque es «el porcentaje de las inversiones públicas del Estado en Cataluña en los últimos años», según Elias, y con ello se llegaría a ese 75%, muy por debajo de la medida de los países de la zona euro.
Todo parte de eliminar el déficit fiscal con España
Sin embargo, hay otros cálculos posibles, y Elias admite que se podría sumar el 19% del total de esa deuda, porque es el porcentaje del peso del PIB catalán en el español. En ese caso, la deuda del nuevo estado alcanzaría el 108%, y la calificación bajaría de A a A.
Siguiendo esa calificación, que se basa en las categorías de Standard & Poor’s, los autores ofrecen ejemplos: con triple A, se sitúan países que ofrecen la máxima garantía: Alemania, Australia, Canadá, Dinamarca; Hong Kong, Noruega, Reino Unido o Suecia. Con doble BB, está Colombia, Italia, Filipinas o España. En estos casos, se supone una capacidad adecuada para cumplir con los compromisos financieros, pero con el riesgo de que todo se vaya abajo en condiciones económicas adversas. Y por debajo de ese nivel, con BB, estaría Bolivia, Croacia o Portugal.
Todo el estudio parte también de la eliminación del déficit fiscal, un hecho que la comunidad de economistas catalanes no cuestiona. El beneficio anual por la independencia se estima en, «por lo menos un 5% del PIB·