El sueldo de oro de un interventor de diputación en Galicia
Los interventores cobran más que los presidentes de las diputaciones y casi tanto como el titular de la Xunta
En las administraciones gallegas hay funcionarios que cobran más que los altos cargos del organismo para el que trabajan. Un caso paradigmático es el de las diputaciones provinciales, donde los interventores superan en sueldo a los propios presidentes, aunque no son los únicos. Dependiendo de los complementos específicos, los tesoreros y los secretarios xerales pueden sumarse a tan selecta lista.
Los interventores, una figura heredada de los antiguos gobiernos civiles, parten, como funcionarios del más alto nivel (grupo A1 nivel 30) de un sueldo base anual de 14.972,58 euros, al que hay que sumar el complemento de destino, asociado a la categoría profesional, (en este caso otros 13.835,22 euros), más el complemento específico de la diputación, que en el caso de Galicia oscila entre los 40.000 euros de Lugo y los más de 44.000 que perciben en Ourense.
En los últimos años, los presidentes provinciales han tenido que apretarse el cinturón para capear la crisis, lo que ha afectado enormemente a sus emolumentos. Los de Valentín González Formoso, presidente de la Deputación de A Coruña, se sitúan en la actualidad ligeramente por encima de los 63.000 euros, lo que supone una diferencia de 6.000 euros con lo que percibe su interventor, trienios aparte. Y es que el complemento específico que perciben estos funcionarios del ente provincial, que tiene en cuenta criterios como dificultad técnica de su cargo o las posibles responsabilidades, alcanzó en 2017 los 41.070,05 euros.
Los cargos políticos de las diputaciones han reducido sus salarios en los últimos años, haciendo más visible la diferencia
En Pontevedra, Carmela Silva ingresa 72.309,16 euros como presidenta. Su tesorero y su interventor, con 42.392 euros le superan sin problemas. En Ourense, con un salario similar, José Manuel Baltar, su presidente, tiene este mismo problema, mientras que los emolumentos de su homólogo lucense, Darío Campos, por las atribuciones de su cargo son inferiores en más de 5.000 euros a lo que percibe su interventor, aunque en este caso es el secretario xeral el que se lleva la palma.
Otros presidentes
Los ingresos de estos altos funcionarios tampoco distan mucho de los de otros responsables políticos con mayor peso relativo. Así, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, declara apenas 500 euros más al año de ingresos que algunos de ellos, independientemente de los trienios que cada uno acumule, que en el caso del presidente del Ejecutivo autonómico superan los 6.000 euros, aunque también hay interventores que rondan e incluso superan dicha cuantía. Y Mariano Rajoy tampoco les anda lejos. El presidente del Gobierno cobra 79.756 euros por su trabajo.
Desde los sindicatos, reconocen que los interventores son valorados y por ello muy bien remunerados dentro de la estructura de la Diputación. Sin embargo, Alberto Cadaveira, representante de la CIG en la Deputación de A Coruña pone el acento sobre el «desfase verdaderamente preocupante» de estas cuantías, que no es otro que el hecho de que tanto estos trabajadores como los altos cargos políticos solo cotizan a la Seguridad Social para cubrir los 3.600 euros de pensión máxima que percibirán cuando se jubilen.
«Sus salarios equivalen los de cuatro trabajadores medios, sin embargo solo cotizan por uno», denuncia. Quizá debería centrar el foco en esta cuestión la ministra Fátima Báñez, ahora que tanto preocupa el futuro de la hucha de las pensiones.