El Rey deja tres recados a Pedro Sánchez

Felipe VI subraya sus preocupaciones: el deterioro económico e institucional, la situación en Cataluña y la defensa constitucional

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Aunque el Rey no lo dijo de forma explícita, su preocupación respecto al rumbo político que está tomando España es más que evidente. Felipe VI evitó censurar con todas las letras el pacto del PSOE con ERC, pero dejó sobradas muestras de su inquietud respecto a «las divisiones» que amenazan al país. Lo hizo a su manera, sin cuestionar directamente los apoyos que Pedro Sánchez está buscando para su investidura, pero insistiendo en la necesidad de ajustarse a los principios de la Constitución.

Si bien es cierto que no sólo el presidente en funciones, sino todos los líderes políticos deben darse por aludidos por el mensaje navideño del Rey, a nadie alcanza tanto como a Sánchez las palabras del jefe del Estado.

Si no media una sorpresa, Sánchez será investido dentro de pocos días gracias a sus alianzas con Podemos y con soberanistas vascos y catalanes. Y en este contexto hay que enmarcar los tres recados que este martes dejó el Rey al presidente en funciones.

1. El deterioro económico e institucional

La alianza de PSOE y Podemos provoca enormes incertidumbres en el mundo empresarial en un momento particularmente delicado para la actividad económica. Indicadores como el desempleo y las inversiones extranjeras están dejando en evidencia las debilidades de España y el Rey no quiere que pasen por alto, ni que se disminuyan con la clásica explicación de la «desaceleración». 

«La falta de empleo, sobre todo para nuestros jóvenes, y las dificultades económicas de muchas familias, especialmente aquellas que sufren una mayor vulnerabilidad, siguen siendo la principal preocupación en nuestro país», dijo Felipe VI.

Pero no es el único deterioro que el Rey tiene presente, puesto que también es consciente de «la pérdida de la confianza de muchos ciudadanos en las instituciones». En este punto, no obstante, pasó de puntillas respecto a la repetición electoral aunque el pasado verano se mostró partidario de «buscar una solución» y evitar elecciones. Sus palabras, sin embargo, fueron en vano.

Respecto al momento actual de la negociación para la investidura, Felipe VI prácticamente se inhibió. «Después de las elecciones del pasado 10 de noviembre nos encontramos inmersos en el procedimiento constitucional previsto para que el Congreso de los Diputados otorgue o deniegue su confianza al candidato propuesto para la presidencia del Gobierno», se limitó a afirmar.

2. Cataluña

Lo que sí mencionó con todas las letras fue el problema de Cataluña como una de las «serias preocupaciones que tenemos en España». Lo hizo mientras los negociadores del PSOE ultiman con los de ERC una inédita mesa de diálogo bilateral entre el Gobierno y la Generalitat para abordar la situación política y sin que se sepa hasta qué punto van a ponerse en juego cuestiones como la soberanía nacional.

Felipe VI no dejó ningún cabo suelto en este punto, puesto que realizó una defensa cerrada de la unidad de España. «Confiemos en España y mantengámonos unidos en los valores democráticos que compartimos para resolver nuestros problemas; sin divisiones ni enfrentamientos que solo erosionan nuestra convivencia y empobrecen nuestro futuro», dijo.

3. La Constitución

Pero si algo caracterizó el discurso del Rey fue la defensa inequívoca de la Constitución, siempre hostigada por los independentistas. «Todo cuanto hemos logrado no se ha generado de forma espontánea. Es el resultado, en última instancia, de que millones de españoles, gracias a nuestra Constitución, hemos compartido a lo largo de los años unos mismos valores sobre los que fundamentar nuestra convivencia, nuestros grandes proyectos comunes, nuestros sentimientos e ideas».

Felipe VI no desea que Sánchez titubee con la Constitución ni que la someta a una rifa con los soberanistas, puesto que considera que la Carta Magna ha permitido cuatro décadas de «concordia» entre los diferentes ciudadanos de España.

«La voluntad de entendimiento y de integrar nuestras diferencias dentro del respeto a nuestra Constitución, que reconoce la diversidad territorial nos define y preserva la unidad que nos da fuerza», subrayó. El mensaje, claro, pudo tener muchos destinatarios pero ninguno tan señalado como Sánchez.

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