El PSOE acaba con el ‘pachismo’ por inanición
La salida de Pachi Vázquez del PSOE se produce tras varias derrotas orgánicas y la falta de voluntad para integrar a sus afines en la dirección
La marcha de Manuel Vazquez Fernández, el médico de O Carballiño que no hace tanto compitió con Núñez Feijóo por la presidencia de la Xunta, define las horas bajas que vive uno de los lobbies más proactivo de la última década del PSOE gallego. Pachi Vázquez anunció que abandona la militancia disgustado con la dirección del partido, herido por “vetos, traiciones y engaños” que golpearon a sus afines. La marcha del ex secretario xeral descabeza a una de las familias de referencia del socialismo ourensano, hostil como pocas con el ‘besteirismo’ y la gestora que encabezó en su momento Pilar Cancela, pero poco a poco vaciada de sus nombres más ilustres.
Ya no está Laura Seara, ex secretaria de Igualdad con José Luis Rodríguez Zapatero y cabeza de lista por Ourense vetada por Pedro Sánchez para las elecciones generales de 2016. Tampoco Raúl Fernández, ex secretario provincial; ni tiene peso orgánico María Quintas, antigua responsable de Organización en el PSOE de Ourense. Pachi Vázquez deja en el partido a un nutrido grupo de afines, pero ya vaciado de poder.
Dos naufragios en la pelea interna del PSdeG
El progresivo aislamiento dentro del propio PSOE, según las fuentes consultadas, habría sido uno de los motivos que empujaron al ex secretario xeral a darse de baja. El desencanto de Pachi Vázquez se mide en dos escenarios cercanos. En las elecciones a la secretaría provincial, compitió con Noela Blanco, hija de un histórico sindicalista de la CIG, y con Rafael Rodríguez Villarino, quien finalmente saldría vencedor. Vázquez no llegó a la segunda ronda, pero le dio tiempo a enfrentarse con Noela Blanco y dar su apoyo al alcalde de Amoeiro.
No hubo recompensa. A la hora de configurar las listas, Rodríguez Villarino obvió a los pachistas argumentando que no fue posible llegar a un acuerdo por la “falta de flexibilidad” de la otra parte. «No se puede construir una casa nueva con piezas viejas«, añadió. Este desencuentro estaría teniendo continuidad ahora en la preparación de las municipales, donde los afines a Pachi Vázquez creen que el secretario provincial está intentando apartarlos en municipios importantes, como Carballiño o Maceda.
Algo similar ocurre en la capital. En las primarias socialistas, Vázquez apoyó a quien antaño había sido su rival, José Ángel Vázquez Barquero. Enfrente estaba la candidata respaldada por Rodríguez Villarino, Elena de Prada. Según las fuentes consultadas, Barquero tampoco estaba dispuesto a contentar al que fuera durante una década alcalde de Carballiño en las listas a las municipales.
Fría despedida (por ahora)
La suma de decepciones del líder socialista le han ayudado a pasar página, sin que su salida haya provocado hasta la fecha homenaje alguno a tan extenso currículo. Gonzalo Caballero no se ha pronunciado hasta y desde Ourense se envían mensajes apagados. Tanto Barquero como Rodríguez Villarino, en declaraciones a La Region, se han limitado a mostrar su “respeto” por la decisión de Pachi Vázquez, candidato a la Xunta en 2012 y fuera del partido seis años después.
El malestar de Vázquez en las filas socialistas y la ausencia de cargos orgánicos alimentaron la teoría de un posible interés de Ciudadanos para incorporarlo a sus filas, algo que la formación naranja desmintió en varias ocasiones.