El jefe de Urbanismo de Carmena alude a Carlos Marx ante los promotores
José Manuel Calvo desplaza a un segundo plano los grandes desarrollos para refrendar la rehabilitación como referente en la política de vivienda de Ahora Madrid
Con la que está cayendo en Madrid, con la paralización de los grandes proyectos urbanísticos y la puesta en entredicho del modelo de negocio expansivo por parte de Ahora Madrid –la coalición que gobierna en el Ayuntamiento de la capital–, la comparecencia del concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, en la conferencia previa a una nueva edición del Salón Inmobiliario (SIMA 2016), había levantado una gran expectación.
Y el chasco fue mayúsculo cuando, llegada la hora de iniciar la mesa de debate, la silla del concejal estaba vacía. Lo estuvo durante treinta minutos. Cuando llegó, el edil se excusó aludiendo a la falta de coordinación sobre la hora prevista de celebración de la mesa, en la que se abordó el modelo de gestión en urbanismo y vivienda en la Comunidad de Madrid.
«Acumulación primitiva»
No obstante, su intervención no dejó indiferente a ninguno de los actores del sector inmobiliario presentes en la sala, que se miraban perplejos cuando, ni corto ni perezoso, Calvo aludía a la «acumulación primitiva». Uno de los conceptos claves incluido por Carlos Marx en El Capital, como base de la privatización de los medios de producción.
«Lo uso para instar a la polémica», reconocía el responsable de Urbanismo del equipo de gobierno que encabeza Manuela Carmena. Y lo hacía para señalar que, sin pretenderlo, en los últimos ocho años el sector público «ha tenido que tirar del carro» en el campo de la regeneración y la rehabilitación urbana, porque «no he sentido que la iniciativa privada tuviera interés alguno en hacerlo».
Modelo expansivo no es sostenible ni razonable
Durante su intervención, el concejal volvió a defender el modelo de urbanismo en el que «el Ayuntamiento tenga el control público de la ciudad y contar solo con el sector privado a la hora de urbanizar y construir».
El edil echaba en cara el interés de la iniciativa privada en acometer grandes desarrollos, como el de la operación Chamartín, «cuando existe en Madrid suelo, equivalente a la ciudad de Barcelona, parcialmente urbanizado, que no llegó a edificarse y será difícil que lo haga», reflexionaba, para sentenciar que ese modelo expansivo «está agotado y no es ni sostenible ni razonable».
Una sostenibilidad que, a juicio de Calvo, sí vendría dada por el plan de rehabilitación que acaba de anunciar el Ayuntamiento para que, en un plazo de hasta quince años, se puedan lograr tres objetivos.
Reequilibrio territorial
El reequilibrio territorial, para invertir en los barrios más degradados; la mejora de la eficiencia energética, «que evite que haya vecinos que no puedan pagar los suministros de luz y gas», decía el edil, y en la creación de un «nicho de empleo más estable que el de la burbuja inmobiliaria», apuntaba.
De momento, el plan cuenta con escasos recursos. Apenas 16 millones presupuestados durante el presente ejercicio. «Poco se puede hacer», reconocía Calvo, confiando en que al final del mandato en lugar de 16 fueran 100 los millones de inversión pública destinado a rehabilitación y regeneración urbana.