El Gobierno vasco explota: «Hay una campaña contra el concierto económico»
El lehendakari Urkullu muestra su indignación después de que tanto el PSOE como Ciudadanos cuestionen el modelo de financiación foral
La música suena desde hace meses. Con el conflicto político entre el Gobierno central y el President Artur Mas, con el proceso soberanista en marcha, se ha colado el concierto económico vasco, cuestionado por el PSOE y Ciudadanos. El Gobierno vasco, que conoce esa letanía, soterrada en algunos momentos, y que reaparece de forma periódica, ha acabado explotando, al entender que la financiación de las comunidades forales es intocable.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, asegura que se trata de una «campaña institucional y política que pretende cuestionar el concierto económico vasco». Para los dirigentes políticos vascos, no únicamente los nacionalistas, el concierto económico es, en realidad, una especie de contrato de pertenencia a España. Es la manera de estar en España, como aseguraron diversos expertos a Economía Digital. Por ello, según Urkullu, se trata de «un ataque deliberado a un sistema histórico, pactado, legal, solidario y eficaz que sólo redunda en beneficio de la ciudadanía».
Urkullu ha añadido que «cualquier modificación unilateral del concierto económico es una línea roja que no podemos permitir que se traspase».
Clave de bóveda del autogobierno
El lehendakari ha aprovechado la inauguración del VI congreso de colectividades vascas en el exterior para denunciar lo que entiende como una «campaña institucional y política, que es la clave de bóveda de nuestro autogobierno».
Lo que ha ocurrido es que este mismo miércoles la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, ha defendido que se debe «modular» el cupo vasco, porque «los servicios públicos se tienen que prestar igual en todos los territorios», y, por ahora, «es una realidad que no todas las comunidades están bien financiadas».
También el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha entrado de lleno en el debate, al reclamar que se «unifique el sistema de financiación, porque Europa ha advertido de que las cuotas vascas y navarras no sirven».
Mismos servicios en toda España
Y ahí reside la cuestión. Díaz y Rivera cuestionan el cupo, no el concierto, como la presidenta andaluza ha querido clarificar. «Cuando se defiende la igualdad, se defiende que un ciudadano en cualquier rincón de España tenga la misma sanidad, la misma educación y los mismos servicios públicos, no se entra en quién cobra los impuestos».
Los propios nacionalistas catalanes han sabido diferenciar entre concierto económico y cupo. El cupo es el montante que el Gobierno vasco paga al Gobierno central, por los servicios que presta el Estado en el País Vasco. El concierto es el sistema por el cuál las diputaciones forales recaudan y liquidan todos los impuestos en el País Vasco. Son dos cosas distintas.
Pero el Gobierno vasco ha preferido denunciar un supuesto ataque al concierto, y ha dejado de lado una mención al cupo, que, con el paso de los años, es cada vez de menor cuantía.