El domingo con la luz más cara de la historia (otra vez) a la espera de la UE y de la ira de Iberdrola
El precio de la electricidad en el mercado mayorista alcanzará los 175,64 euros, el más alto de la historia, mientras el Gobierno aguarda la reacción de la UE y la reunión con las eléctricas
El precio medio diario de la electricidad en el mercado mayorista bajará mañana hasta los 175,64 euros por megavatio hora (MWh), un 22,6% menos que este sábado, aunque será el domingo más caro de la historia. El coste es un 57% superior que hace una semana, superando el techo que se marcó el 26 de septiembre, con 160,42 euros. En solo dos semanas, otro récord pulverizado, a pesar de las medidas puestas en marcha por el Gobierno.
La crisis eléctrica continúa rompiendo récords a la espera de la reunión que mantendrá Teresa Ribera, la ministra de Transición Ecológica, con las grandes compañías. Si el precio de la luz escala también lo ha hecho la tensión entre las eléctricas y el Gobierno, particularmente contra Iberdrola, cuyo presidente, Ignacio Sánchez Galán, ha cargado con dureza contra el Ejecutivo.
Galán, que colocó al socialista Miguel Ángel Carmona como vicepresidente en España, criticó el “intervencionismo terrorífico” de Pedro Sánchez, advirtió que no se puede gobernar con “extremistas dentro”, en referencia a Unidas Podemos, y anunció que ponía en revisión todas las inversiones del grupo en España que estuvieran en proceso de tramitación.
Con la mirada puesta en Europa
Aunque el Gobierno es consciente del pulso, mira más hacia fuera que hacia los asuntos domésticos. Las medidas que pueda tomar la UE ante la crisis energética son clave para el Ejecutivo a la hora de enfocar una solución a la escalada de precios y, en consecuencia, también para reformular las medidas para recortar los beneficios de las eléctricas que puso en marcha y que provocaron la indignación de las grandes compañías, como evidencia día tras día Iberdrola.
Según avanza El Economista, facilitar el pago en diferido de las facturas, las ayudas directas a pymes o la suspensión de gravámenes que cargan el recibo son algunas de las medidas que están sobre la mesa. A juicio de la Comisión Europea, la clave para implementarlas es que no provoquen distorsiones en la competencia ni provoquen una fragmentación del mercado energético en la UE.