El contrabando se frota las manos con Montoro
La importación ilegal de tabaco subirá 5 puntos en los próximos dos años tras la subida de impuestos del ministro
La industria del contrabando de tabaco vive horas felices. El último aumento de impuestos especiales de Cristóbal Montoro, anunciados este viernes, terminará beneficiando el comercio ilegal de cigarros, tal como ha ocurrido durante los últimos dos años con las tres anteriores subidas.
La venta ilegal de cajetillas provenientes principalmente de países asiáticos, Marruecos y Argelia –muchas de ellas de imitación de las primeras marcas— ha pasado del 2,5 al 7,5% en los últimos dos años, según un estudio de mercado de KPMG para la tabacalera Philips Morris. Si la tendencia no cambia –escenario altamente improbable con la nueva subida— alcanzará el 12% del mercado en 2015.
Cierres de estancos
Según los estancos, sólo en el último año han cerrado el 8% de los negocios de toda España, principalmente en Andalucía, donde el tráfico de tabaco procedente de Gibraltar es una práctica común. Las operaciones policiales no dan abasto.
La Guardia Civil desarticuló el pasado 26 de junio una red de tráfico de tabaco en Huelva con 13.000 cajetillas. El 21 de junio, desmontó otra red en Cádiz y Sevilla que facturaba hasta 24.000 euros diarios con tabaco ilegal. Hasta el exconseller catalán Jordi Ausàs (ERC) está acusado de traficar con tabaco procedente de Andorra mientras desempeñaba su alto cargo en la Generalitat, un delito por el que podía ser condenado a 6 años de cárcel.
Menos consumo
El aumento del tráfico coincide con una caída de la venta de los productos legales. En 2010, se vendieron en España 72 millones de cajetillas, frente a los 53 millones de 2012, un descenso del 27%.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que ayer anunció reconoció ayer que la cifra de fumadores ha descendido en España, pero aseguró que la caída se ubica en 2,4%. El precio de la cajetilla subirá, por tanto, un promedio de unos 15 céntimos. Antes del anuncio, las tabacaleras ya habían alertado de que la comercialización del tabaco, con un 79% de impuestos (que suman tres tipos diferentes) y el cerco del contrabando, había dejado de ser rentable.