El BNG se planta contra la reforma laboral y arma un frente común con ERC y Bildu
El BNG tacha de "decepcionante" la modificación que el Gobierno ha pactado con los agentes sociales y apela a un frente común con fuerzas "soberanistas" para evitar "una nueva legislatura perdida"
El BNG se alía con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Bildu para expresar su rechazo a la reforma laboral del Gobierno. El diputado nacionalista en el Congreso, Néstor Rego, ha tildado de «decepcionante» la reforma llevada a cabo por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, junto a los sindicatos y la CEOE y ha anunciado contactos con las formaciones catalanas y vascas para hacer un «frente común».
Rego ha realizado este anuncio en una rueda de prensa en Santiago de Compostela en la que ha participado junto a la portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón; el secretario xeral de la CIG, Paulo Carril. En ella han censurado que la modificación realizada de la normativa laboral porque continúa con los aspectos «más lesivos» aprobados en su día en la reforma del PP.
Entre las cuestiones más criticadas por el BNG se encuentra el hecho de que se mantiene el abaratamiento del despido, no se recupera la autorización previa de la autoridad laboral para los ERE, hay una prevalencia de los convenios de ámbito estatal, al tiempo que prevalece el convenio de empresa sobre el de sector (salvo en el caso de los salarios).
Es por ello que Ana Pontón ha reclamado al Gobierno central que cumpla con sus «compromisos», pues recuerda que la derogación de la reforma laboral del PP era uno de sus «puntos centrales». De tal forma, apela a un frente común de fuerzas «nacionalistas, soberanistas y progresistas» para que «no sea una nueva legislatura perdida».
«Oportunidad perdida»
A su juicio, el texto aprobado por el Consejo de Ministros «no cumple con la promesa de derogación de la reforma laboral del PP», lo que considera una «enorme decepción». En este sentido, la líder del BNG considera «muy grave» que el Gobierno mantenga el «despido barato» acordado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, en lo que reduce a «un parche», dado que «un lavado de cara no soluciona los problemas estructurales en este ámbito».
Pontón ha lamentado que se trata de una «oportunidad perdida» y entiende que se trata de «una claudicación ante una de las parte, la patronal», así como a una «claudicación a los intereses de Bruselas» para que lleguen los fondos Next Generation, que «van a acabar en manos de cuatro multinacionales».
En esta línea, Néstor Rego ha tachado de «paradójico» que «Aznar y Faes» vean con buenos ojos esta reforma laboral «porque preserva la mayoría» de los cambios introducidos por el Partido Popular.
Por su parte, el líder sindical de la CIG, Paulo Carril, advierte de que, «pese al envoltorio y propaganda», esta reforma laboral pivota sobre aspectos «claramente negativos» e «injustos», pues no se toca un despido «casi libre» y un marco de «permanente temporalidad y precariedad». Es por este motivo que el representante sindical considera que esta normativa es un «gran fraude» y advierte de que los jóvenes serán «carne de cañón» de la explotación laboral.